Protector solar en polvo: ¿realmente protege o solo matifica?
Ligero, práctico y sin sensación pegajosa, este protector solar en polvo ha ganado popularidad, sobre todo en pieles grasas, pero, ¿puede usarse como única protección? Aquí te contamos lo que dicen los dermatólogos.

Si buscas mantener tu piel protegida del sol sin sacrificar un acabado mate, probablemente ya escuchaste sobre los protectores solares en polvo.
Este formato ha cobrado fuerza en rutinas de reaplicación y maquillaje, gracias a su textura ligera, sin residuos grasos y su practicidad, pero, ¿es suficiente para protegerte? ¿Puedes usarlo solo o debe acompañarse de otro FPS?
Te explicamos cómo funciona, cuándo es ideal y qué limitaciones debes tomar en cuenta para no poner en riesgo tu piel.
Te puede interesar....
¿Qué es y cómo funciona el protector solar en polvo?
El protector solar en polvo es una presentación que suele contener filtros físicos como óxido de zinc o dióxido de titanio, capaces de reflejar los rayos UV.
Al venir en forma de polvo suelto o compacto, ofrece un acabado mate, ayuda a controlar el brillo y es ideal para reaplicar sobre maquillaje sin alterar el look.
Sin embargo, la cantidad de polvo que aplicas suele ser menor a la necesaria para alcanzar el FPS indicado en el envase, por lo que rara vez se recomienda como única fuente de protección.
Te puede interesar....
¿Puedo usarlo como protector solar principal?
Según la dermatóloga Marisa Garshick, el protector en polvo es excelente para reaplicar, pero no debería ser el único que usas, ya que es difícil aplicar la cantidad adecuada para lograr la protección completa.
Lo ideal es que utilices primero un protector solar líquido o en crema (FPS 30 o más) como base, y luego uses el polvo para mantener la protección a lo largo del día, especialmente útil si llevas maquillaje o si estás en un lugar con calor y humedad donde retocar el FPS líquido puede resultar incómodo.
Te puede interesar....
¿Cuándo sí conviene usar este tipo de protector solar?
- Si tienes piel grasa o con tendencia al acné, ya que no tapa poros ni aporta brillo.
- Para reaplicar cada 2-3 horas sin alterar tu maquillaje.
- En zonas como cuero cabelludo, cuello y orejas, donde el protector tradicional no es fácil de aplicar.
- Como complemento en días de exposición moderada, por ejemplo, si pasas ratos al aire libre pero no estás bajo el sol directo por mucho tiempo.
Recuerda siempre reaplicar, incluso si usas polvo, especialmente en primavera y verano, cuando la radiación solar es más intensa.
Te puede interesar....