¿Qué protector solar usar si tienes melasma? Esto recomiendan los dermatólogos
Además de la constancia, el tipo de protector solar que uses puede marcar la diferencia al tratar esta hiperpigmentación.

El melasma es una afección de la piel caracterizada por manchas oscuras, comúnmente en mejillas, frente, nariz o labio superior, aunque tiene múltiples causas, el tratamiento efectivo comienza por una rutina diaria de protección contra los rayos ultravioleta.
De hecho, la exposición al sol es uno de los mayores desencadenantes y perpetuadores del melasma, por lo que el uso correcto del protector solar es una de las primeras recomendaciones médicas.
Sin embargo, no cualquier bloqueador es igual de efectivo, los dermatólogos insisten en que las personas con melasma necesitan fórmulas específicas que protejan contra más que solo los rayos UVB.
La clave está en buscar filtros que cubran también la radiación UVA y la luz visible, ya que esta última también tiene un papel importante en la aparición o persistencia de las manchas.
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¿Qué tipo de protector solar es mejor si tienes melasma?
Para el tratamiento del melasma, los dermatólogos recomiendan usar protectores solares de amplio espectro que incluyan protección contra UVA, UVB y luz visible, idealmente con óxido de hierro, un ingrediente que ayuda a bloquear esta última.
También sugieren elegir productos con un FPS de 50 o más, especialmente en personas con fototipos medios a altos (piel morena o trigueña), quienes son más propensas a desarrollar este tipo de pigmentación.
En estos casos, los protectores solares con color, que contienen pigmentos minerales, son ideales porque ofrecen una barrera más eficaz contra la luz visible, una de las causas más ignoradas del melasma.
Otra recomendación importante es buscar fórmulas que además incluyan antioxidantes como la niacinamida o la vitamina C, ya que ayudan a disminuir el estrés oxidativo y calman la inflamación, contribuyendo a un tono más uniforme con el tiempo.
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¿Cómo aplicarlo y reaplicarlo correctamente?
Aplicar mal el protector solar puede anular sus beneficios, incluso si se elige el ideal, los expertos recomiendan aplicar una cantidad generosa cada mañana, el equivalente a media cucharadita para el rostro, y reaplicar cada 2 a 3 horas si estás expuesta al sol o frente a pantallas.
Si llevas maquillaje, puedes reaplicar usando opciones como brumas solares con color, protectores en polvo o cushions que faciliten la reaplicación sin alterar tu base.
El uso diario y disciplinado es lo que verdaderamente marca la diferencia en la evolución del melasma, sin protección constante, cualquier tratamiento despigmentante será menos eficaz.
También se sugiere complementar la protección con sombreros de ala ancha, lentes oscuros y evitar la exposición en horas pico, entre las 10:00 y 16:00 h,, especialmente en primavera y verano, cuando el índice UV aumenta considerablemente.
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¿Qué ingredientes debes evitar si tienes melasma?
Además de lo que sí debe contener, también hay activos que conviene evitar si tu piel es sensible o estás en tratamiento para el melasma.
Los protectores solares con fragancias intensas, alcoholes desecantes o aceites comedogénicos pueden irritar o empeorar la hiperpigmentación si causan inflamación o brotes.
También es importante evitar productos que prometen “aclarar la piel” pero que no cuentan con respaldo dermatológico, ya que algunos pueden contener ingredientes agresivos o sensibilizantes que terminan agravando el problema.
La recomendación más importante es, busca productos que estén etiquetados como “dermatológicamente probados” y, de ser posible, consulta con un dermatólogo para que te sugiera el más adecuado según el nivel de tu melasma.
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