Dan nueva vida al antiguo Hospital Civil de Tampico, con inversión pública y privada
El emblemático inmueble será restaurado para albergar oficinas públicas, comercios y servicios con apego al INAH
Después de más de cuatro décadas de abandono y deterioro, el ex hospital civil de Tampico —una joya del patrimonio arquitectónico nacional— por fin será rescatado.
El CEO de Ideurban, José Serur Cababie, anunció que el proyecto de rehabilitación se ejecutará mediante un esquema de inversión público-privada, el cual ya se encuentra en etapa de estudios técnicos y coordinación con dependencias federales y estatales.
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La construcción, ubicada en la calle Altamira del centro de la ciudad, fue diseñada por el reconocido arquitecto Vicente Mendiola Quezada y abrió sus puertas en 1946 como el hospital Canseco. Desde su cierre, el inmueble quedó a merced del tiempo y de la indiferencia institucional, convirtiéndose en un riesgo estructural latente para quienes transitan por la zona.
¿Qué dependencias ocuparán el antiguo hospital?
El plan contempla convertir el edificio en un complejo mixto con oficinas públicas, espacios para atención ciudadana y comercios. Entre las dependencias perfiladas para operar en el lugar se encuentran el Imeplan, Pesca, Turismo, el Itavu, la Secretaría del Bienestar, el Servicio Nacional de Empleo y el Centro de Conciliación Laboral, entre otras.
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La idea es que el inmueble vuelva a tener vida con actividades útiles para la población, conservando su valor histórico pero adaptándose a las necesidades actuales.
Según Serur Cababie, ya se iniciaron labores de limpieza en el sitio y se han sostenido reuniones con el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal) para garantizar que la intervención cumpla con los lineamientos de protección patrimonial.
¿En qué estado se encuentra el edificio actualmente?
El ex hospital presenta signos visibles de deterioro estructural, pero los estudios de ingeniería encargados por Ideurban concluyeron que puede ser restaurado y reutilizado sin comprometer la seguridad. Se trata de un edificio con valor arquitectónico singular, pero también con urgencias técnicas: hay reportes de filtraciones, grietas y estructuras oxidadas que deben ser intervenidas cuanto antes.
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El proyecto también responde a demandas ciudadanas que desde hace años pedían un dictamen estructural formal, especialmente tras incidentes como el colapso de la iglesia de la Santa Cruz, que reavivaron el temor por posibles riesgos en construcciones históricas.
¿Qué impacto tendrá este rescate en el centro de Tampico?
El rescate del ex hospital no solo representa una recuperación patrimonial, sino un revulsivo urbano para el centro histórico de Tampico, una zona con alto valor simbólico pero con signos de abandono. Convertir este espacio en un punto de servicios y actividad económica impulsará la afluencia peatonal, el turismo y la reactivación comercial de su entorno.
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“El mejor uso para estos edificios es el que responde a las necesidades reales de la comunidad”, afirmó Serur Cababie. El proyecto se perfila como una obra transformadora, no solo por su valor histórico, sino por su promesa de volver a conectar un pedazo olvidado de Tampico con su presente.
Si se concreta en los próximos meses, la ciudad no solo ganará oficinas: ganará memoria, identidad y un futuro más vivo para su centro histórico.
