Esta leyenda habla de una casa abandonada en Reynosa que esconde un gran misterio paranormal
En una colonia antigua de Reynosa, vecinos aseguran que una casa abandonada esconde presencias diminutas, traviesas y, a veces, aterradoras: los duendes.
La historia de una casa en ruinas en Reynosa ha pasado de generación en generación, envuelta en relatos de risas extrañas, pasos diminutos y sombras fugaces. Aunque muchos la llaman simplemente “la casa abandonada”, otros la conocen por su nombre más inquietante: La Casa de los Duendes. El misterio no está solo en su apariencia, sino en las experiencias que, según dicen, siguen ocurriendo en su interior.
¿Dónde está ubicada esta casa y por qué se volvió tan famosa?
La llamada Casa de los Duendes se ubica en una de las colonias más antiguas de Reynosa, cerca del centro histórico, aunque por respeto a la privacidad, los vecinos evitan dar la dirección exacta. Desde hace más de tres décadas, el inmueble permanece deshabitado, con ventanas rotas, puertas selladas y un jardín que parece tragarse la construcción.
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Sin embargo, no es solo el abandono lo que llama la atención. Según vecinos, han visto luces que se encienden y apagan sin razón, escuchado risas infantiles cuando no hay nadie cerca y detectado pequeñas huellas en el polvo de los pisos. Algunos relatan que, al acercarse, sienten un escalofrío o escuchan susurros incomprensibles.
¿Qué tipo de manifestaciones paranormales se han reportado?
Las historias más comunes giran en torno a la aparición de duendes: seres pequeños, con ropas antiguas y sombreros puntiagudos, que se mueven velozmente por la casa. Una mujer que vivía en la acera de enfrente asegura haber visto, desde su ventana, cómo una figura diminuta se asomaba entre las cortinas rotas y luego desaparecía al ser descubierta.
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Otros vecinos relatan que algunos curiosos que han intentado entrar a la casa por la noche han salido corriendo, diciendo que algo les tiró del pantalón o les arrojó piedras pequeñas. Incluso hay quienes afirman que los duendes protegen algo dentro de la casa, quizá un objeto antiguo o un secreto familiar que nunca debió ser descubierto.
¿Es solo una leyenda urbana o hay algo más detrás de esta historia?
Como ocurre con muchas leyendas urbanas, la historia de la Casa de los Duendes se alimenta de testimonios, rumores y silencios incómodos. Algunos piensan que se trata solo de cuentos para asustar a los niños o de juegos de percepción provocados por el miedo. Sin embargo, otros aseguran que lo vivido en ese lugar no tiene explicación lógica.
Lo cierto es que, con el paso del tiempo, la leyenda no ha desaparecido. Al contrario, ha cobrado fuerza gracias a las redes sociales y a los grupos locales que documentan fenómenos paranormales. Nadie ha podido quedarse una noche completa dentro, y cada intento de remodelarla o venderla termina en fracaso.
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Reynosa está llena de historias que mezclan lo real con lo imposible. La Casa de los Duendes es una de esas leyendas que no necesitan pruebas para sobrevivir; basta con la mirada nerviosa de los vecinos y la sensación de que algo —o alguien— pequeño, escurridizo y travieso aún se esconde entre las paredes olvidadas.
