Leyenda de Terror: ¿se apareció “El Diablo” en Chaparral?
la aparición del diablo en Chaparral Western Club se ha convertido en una leyenda urbana en Ciudad Victoria; conoce los testimonios de esa noche.

Una de las historias más repetidas en la memoria nocturna de la capital tamaulipeca es la presunta aparición del diablo en la discoteca Chaparral Western Club, un centro de baile muy concurrido en los años noventa y dos mil.
Lo que comenzó como una noche de música norteña y regional terminó convertido en uno de los relatos más extendidos entre empleados y asistentes del lugar.
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¿Qué ocurrió?

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De acuerdo con testimonios de personas que acudían al sitio, un hombre desconocido ingresó al lugar con vestimenta impecable: gabardina negra, botas brillantes y un sombrero oscuro que apenas dejaba ver su rostro. No habló con nadie más que con una joven a quien invitó a bailar en la pista principal.
El dúo llamó la atención porque él no sudaba, no bebía y no respondía a conversación, pero mantenía un ritmo perfecto mientras sonaban canciones de Emilio Navaira, Pesado, Intocable, entre otras. El ambiente cambió cuando, según relatan, la muchacha gritó al mirar hacia el suelo: su compañero de baile ya no traía botas y dejaba ver las pezuñas de cabra bajo el pantalón.
¿Qué ocurrió después de que fue descubierto el diablo?

El grito provocó que la gente retrocediera. Varios de los presentes aseguran que el sujeto se apartó unos pasos, levantó ligeramente el sombrero, sin mostrar el rostro por completo, y desapareció entre humo, sin pasar por salida alguna. Otros testigos señalan que nadie lo vio cruzar puertas ni subirse a algún carro.
Tras el incidente, la música se detuvo y la joven tuvo que ser atendida por personal del lugar debido a una crisis nerviosa. El relato corrió rápido por la ciudad y el Chaparral Western Club comenzó a tener más clientes que querían conocer la historia de primera mano. Muchos asistían esperando presenciar la escena de nueva cuenta.
¿Cuál fue la respuesta de las autoridades?

No se abrió carpeta de investigación ni se trató como delito. Pero en entrevistas posteriores, ex empleados del Chaparral aseguraron que la empresa recibió recomendaciones para guardar silencio y no alimentar rumores, pues se temía la posible mala fama.
La hipótesis religiosa sostiene que la aparición buscaba “probar la fe”. Otras voces apuntan a una puesta en escena para generar publicidad, aunque nadie aceptó haberla organizado.
Lo cierto es que la versión del “hombre de gabardina negra con pezuñas” se volvió referencia obligada al hablar de leyendas urbanas de Ciudad Victoria, al lado de relatos de carreteras, panteones y antiguos salones de baile.
A más de dos décadas, el Chaparral Western Club se reinventó luego permanecer cerrado durante más de diez años, pero el episodio perdura narrado como si hubiera ocurrido ayer, aunque ya no ha logrado tener los mismos clientes que llegó a tener.






