Las extensas dunas costeras son parte de los paisajes más representativos del Vizcaíno. Foto: Secretaría de Turismo y Economía de Baja California Sur
El Vizcaíno, la joya ecológica que conecta a México con cinco continentes
La Reserva de la Biósfera El Vizcaíno, ubicada en el municipio de Mulegé, Baja California Sur, es una de las áreas protegidas más extensas y diversas de México.
Abarca 2 millones 546 mil hectáreas, integradas por sierras, planicies desérticas y cerca de 450 kilómetros de costa, según datos oficiales de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales.
Este complejo ecológico fue decretado como reserva en 1988, y en 1993 la UNESCO lo incorporó como Bien de Patrimonio Mundial Natural por su relevancia biológica y su papel en la protección de la ballena gris, que realiza ahí su crianza y apareamiento.
¿Qué significa que El Vizcaíno sea “Kilómetro Cero” mundial?
El Corredor Biológico Mundial, una iniciativa presente en los cinco continentes, declaró a la reserva como kilómetro cero mundial de varios hábitats y especies, un reconocimiento otorgado a lugares de valor ecológico excepcional.
De acuerdo con el Comité Internacional del Corredor Biológico Mundial, tras meses de intercambio de información científica y revisión de hábitats, se designaron los siguientes puntos dentro de la reserva:
- Kilómetro cero de ballena gris: Guerrero Negro (Laguna Ojo de Liebre), Laguna San Ignacio y Santa Rosalía.
- Kilómetro cero de la mascarita peninsular: en el Oasis de San Ignacio.
- Kilómetro cero de mangle blanco: costa de la Laguna San Ignacio.
- Kilómetro cero del cirio: en San Francisco de la Sierra.
- Kilómetro cero del borrego cimarrón y de la antilocapra peninsular: en toda la reserva.
- Kilómetro cero de los oasis áridos: en el Oasis de San Ignacio.
Estas designaciones colocan a Baja California Sur como punto de referencia global para la conservación de especies y ecosistemas áridos, semiáridos y marinos.
¿Por qué su adhesión al Corredor Biológico Mundial importa a BCS?
La integración de la Reserva de la Biósfera El Vizcaíno al Corredor Biológico Mundial representa un reconocimiento internacional al valor ecológico de Baja California Sur.
Esta adhesión vincula al estado con una red global de protección ambiental que conecta hábitats terrestres y oceánicos en cinco continentes, permitiendo que las especies realicen sus ciclos de migración, reproducción y alimentación sin quedar aisladas.
Para una región donde conviven desiertos, oasis, manglares y lagunas costeras, formar parte de esta iniciativa refuerza la importancia de conservar estos ecosistemas que ya se encuentran bajo presión climática y humana.
Además, la designación de “kilómetro cero” para especies como la ballena gris, la mascarita peninsular, el cirio y la antilocapra peninsular resalta que los procesos biológicos que ocurren en El Vizcaíno son referencia mundial.
Esto impulsa el desarrollo de proyectos de investigación, monitoreo ecológico y colaboración científica, elementos para mejorar la gestión y vigilancia de esta área natural protegida.
También abre oportunidades para fortalecer el turismo de naturaleza, un sector que ya sostiene una parte importante de la economía en Mulegé y en otras comunidades del estado.
Al recibir una distinción global, sitios como San Ignacio, Guerrero Negro o San Francisco de la Sierra incrementan su visibilidad y atraen visitantes interesados en experiencias eco-turísticas responsables, lo cual beneficia a guías locales, prestadores de servicios y pequeñas comunidades que dependen de estos flujos turísticos.
Un patrimonio biológico que sostiene a Baja California Sur
Además del papel que juega en la conservación de especies emblemáticas, El Vizcaíno es hogar de oasis, manglares, montañas, dunas, desierto y lagunas que forman parte del equilibrio ambiental de la región.
La información de la Semarnat subraya que estos ecosistemas se mantienen en un estado de degradación mínimo y que conservan procesos clave de interacción mar-tierra.