“Nos quieren borrar”: trabajadoras sexuales denuncian desplazamiento en Tlalpan rumbo al Mundial
En la Calzada de muchas personas han encontrado durante décadas una forma de sustento a través del trabajo sexual. Para ellas, este espacio no solo representa un punto de encuentro con clientes, sino también una fuente de ingresos que les ha permitido sostener a sus familias, estudiar y salir adelante.
Ese es el caso de Nina, trabajadora sexual que lleva seis años en Tlalpan.
Llegué ahí en un momento de necesidad, después de una pérdida familiar. Económicamente estábamos muy mal y fue lo que me ayudó a mantener a mi familia
Nina - Trabajadora sexual
Gracias a ese trabajo pudo costear su carrera en Tecnologías de la Información y aportar al hogar.
o no veo el trabajo sexual como algo a lo que me vaya a dedicar toda la vida, lo he ocupado como un medio para conseguir otras cosas, para avanzar
Explica Nina -
Para Nina y muchas de sus compañeras, la Calzada de Tlalpan significa más que un espacio de trabajo: es parte de su historia personal y colectiva.
Creo que da ingresos a muchísimas familias, aporta demasiado a la economía de la ciudad y del país. Es un soporte para todas las que estamos ahí
Explica Nina -
La ciclovía rumbo al Mundial: desplazamiento y pérdida de ingresos
La inconformidad comenzó cuando se anunció la construcción de una ciclovía en Tlalpan, como parte de los proyectos de infraestructura rumbo al Mundial 2026. Aunque presentada como una obra de movilidad sustentable, para las trabajadoras sexuales la medida representa un golpe directo a su fuente de ingresos.
El proyecto se hizo sin tomar en cuenta a vecinos, comerciantes y mucho menos a nosotras. Nosotras también somos parte de esta ciudad
Denuncia Nina -
Desde que comenzaron las obras, asegura sentirse desplazada:
Se nos recortó el espacio de trabajo, se hizo más difícil estar con los clientes y los ingresos bajaron. Me he visto obligada a buscar opciones en páginas de internet o moverme a otros puntos para no perder lo que saco cada semana
Señala Nina -
Nina cree que detrás de la ciclovía hay un interés político:
Solo quieren quedar bien con lo del Mundial. Pero nosotras llevamos años aquí, no nos pueden invisibilizar de un día para otro
Denuncia Nina -
Vestimenta, horarios y zonas: el intento de control al trabajo sexual en Tlalpan.
Además de la ciclovía, las autoridades han planteado nuevas medidas que incluyen establecer zonas y horarios para el trabajo sexual, así como un “código de vestimenta” para las personas que laboran en Tlalpan.
Para Nina, estas propuestas son inaceptables.
Es injusto. Siempre hemos trabajado así, con nuestras faldas cortas, mostrando nuestros atributos. Eso es parte de cómo trabajamos. No entiendo de qué se espanta el gobierno, si siempre hemos existido y Tlalpan siempre ha sido un punto rojo
Señala Nina -
Las restricciones de horario también afectan la vida privada de muchas trabajadoras.
Hay chicas que solo tienen tres o cuatro horas para venir porque sus familias no saben a qué se dedican. Si les imponen un horario fijo, ¿qué van a hacer? No todas tenemos la misma posibilidad de estar en el día o en la noche
Advierte Nina -
Lo que perciben como un intento de “regular” su actividad, lo interpretan más bien como una forma de expulsarlas.
Para mí es censura y desplazamiento poco a poco. Es parte de una limpieza social, porque quieren que desaparezcamos de la vista justo ahora que viene el Mundial
Sentencia Nina -
La falta de seguridad y derechos para las trabajadoras sexuales
Más allá de la ciclovía y las restricciones, Nina subraya que lo que realmente necesitan no son códigos de vestimenta, sino garantías mínimas de seguridad y derechos.
No tenemos seguro médico, ni vivienda digna, ni alguien que nos defienda si somos agredidas. Los policías solo se dedican a extorsionar a los borrachos o a los clientes, pero si nos violentan a nosotras nadie hace nada. Lo único que pedimos es que hagan su trabajo y ejerzan justicia en las calles
Reclama Nina -
La trabajadora sexual también rechaza que se hable de “regularizar” su actividad desde el gobierno.
El trabajo sexual no se puede regularizar. ¿Cómo otras personas van a decidir por ti cómo vestirte, cuánto cobrar o cómo entregar tu cuerpo? Eso no es regulación, es control
Reclama Nina -
Sueños detrás del trabajo sexual
A pesar de las dificultades, Nina mantiene sus metas claras. Gracias a su trabajo ya pudo conseguir una vivienda, pero sueña con más:
Quiero tener una casa digna, un seguro de vida, tranquilidad. Y también quiero ayudar a otras compañeras a que cumplan sus sueños, a que tengan su carrito o su casa
Nina -
Para ella, las trabajadoras sexuales no son solo cifras ni cuerpos en la vía pública:
Somos guerreras, supervivientes. Una ciclovía no nos va a mover de Tlalpan, no nos van a invisibilizar ni a desplazar. Somos mujeres con sueños, con familias, con proyectos de vida
Nina - Trabajadora sexual
“El Mundial no puede ser a costa de nosotras”
Aunque Nina reconoce que el Mundial representa una oportunidad económica, advierte que no debería significar su desaparición de los espacios públicos.
Claro que esperamos el Mundial, todas. Sabemos que puede traer más ingresos, pero no puede ser a costa de invisibilizarnos. Nosotras también formamos parte de la ciudad y de la economía
Nina - Trabajadora sexual
La Calzada de Tlalpan, con todo y sus contradicciones, sigue siendo para estas mujeres un lugar de resistencia, sustento y vida. Y frente a lo que perciben como un intento de “limpieza social”, Nina y sus compañeras tienen claro un mensaje: “No nos vamos a mover de aquí”.