Continúa la brecha tecnológica en comunidades indígenas del Edomex
En el Estado de México hay aproximadamente 415 mil 450 personas que hablan una lengua indígena (mazahua, otomí, nahua, tlahuica y matlatzinca) según un informe del 2020 del INEGI.
Sin embargo, apenas el 19 % tiene internet en casa, solo el 17 % cuenta con una computadora o tableta, y cerca del 78 % posee un celular.
Estas cifras revelan una brecha tecnológica significativa, incluso en comparación con otras zonas rurales del país.
¿Cómo afecta esta brecha tecnológica a la vida diaria de estas comunidades?
La falta de acceso a internet y a dispositivos electrónicos no solo limita las oportunidades educativas de estas comunidades, también impide que reciban información sobre sus derechos y servicios básicos.
Muchos habitantes deben recorrer decenas de kilómetros para encontrar cobertura móvil o conectarse en cibercafés, lo que dificulta el acceso a la comunicación.
Además, durante la pandemia esta situación agravó la exclusión, pues el acceso remoto a clases fue casi imposible para ellos.
¿Qué obstáculos mantendrían vigente esta brecha tecnológica?
Hay varias razones que mantienen viva esta desigualdad tecnológica que padecen las comunidad indígenas:
- Poca inversión en infraestructura de conectividad por parte de empresas de telecomunicaciones, ya que estas zonas no representan un mercado rentable.
- Limitaciones económicas, que dificultan la compra de dispositivos y servicios, aun cuando estén disponibles. Muchas comunidades indígenas carecen de servicios básicos en sus viviendas.
- Baja alfabetización digital y formal, especialmente en educación secundaria, que dificulta el uso de tecnologías, incluso si se logra acceder a ellas.
¿Qué se está haciendo para cerrar la brecha tecnológica?
Ya existen algunas ideas para solucionarlo:
- Proyectos comunitarios como los centros RIA de la Fundación Proacceso, que ofrecen acceso gratuito o muy accesible a computadoras, internet y capacitación digital en zonas vulnerables.
- Infraestructura pública nacional, como la "Red Compartida", planea llevar conectividad de calidad a poblaciones rurales antes desatendidas, aprovechando acuerdos de roaming social para maximizar cobertura.
- Redes comunitarias y tecnología local, similares a los modelos exitosos de organizaciones como Rhizomática, que en Oaxaca ayudaron a comunidades indígenas a operar su propia telefonía celular cuando el mercado no llegaba.
La brecha tecnológica en comunidades indígenas del Edomex no es solo una cifra, es una limitación real y diaria que afecta derechos básicos; y aunque hay esfuerzos prometedores, aún falta mucho por hacer, especialmente en inversión sostenida, alfabetización digital y tecnologías inclusivas.