Pedro Infante: descubre la película con la que revolucionó el cine mexicano
"Los Tres Huastecos" película estrenada en 1948 es una joya de la Época de Oro del cine mexicano, dirigida por Ismael Rodríguez y protagonizada por Pedro Infante, quien interpreta a tres hermanos trillizos separados al nacer.
Esta película no solo marcó un antes y un después por su complejidad técnica, al mostrar a Infante en múltiples roles en una misma escena, sino también por su exploración de la diversidad cultural de México.
Con un elenco que incluye a Blanca Estela Pavón y María Eugenia Llamas, la cinta combina comedia, drama y música, dejando un impacto perdurable en el cine nacional e internacional.
¿Por qué fue "Los Tres Huastecos" una película innovadora?
Las técnicas cinematográficas utilizadas en Los tres huastecos en 1948, fueron innovadoras para el cine mexicano de la época, especialmente por el uso de sobreimpresiones fotográficas (doble exposición) y pantallas divididas que permitieron a Pedro Infante interpretar a tres trillizos Juan de Dios, Víctor y Lorenzo, interactuando de manera dinámica en una misma escena.
Estas técnicas, aunque no eran completamente nuevas en el cine mundial, era poco utilizada. En México representó una arriesgada propuesta para el cine mexicano debido a los recursos técnicos limitados y al nivel de precisión requerido para lograr un efecto convincente.
La dirección de fotografía de Jorge Stahl Jr. y la música de Raúl Lavista, con canciones como “Cielito Lindo Huasteco”, enriquecieron la historia.
Además, la película aborda temas poco tratados para la época, como la paternidad soltera de Lorenzo, quien cría con devoción a su hija, desafiando el arquetipo del “macho” mexicano. Esta mezcla de innovación técnica y profundidad emocional la hizo revolucionaria.
¿Cómo se realiza la técnica fotográfica de "Los Tres Huastecos"?
Al hablar de esta joya del cine mexicano, es inevitable no hablar del tipo de tecnica:
- Sobreimpresiones fotográficas (doble exposición):
Este método consistía en exponer el mismo negativo varias veces para superponer imágenes. En "Los tres huastecos", se usó para que Pedro Infante apareciera simultáneamente como los tres hermanos en una misma toma.
Por ejemplo, una escena podía mostrar a Lorenzo discutiendo con Víctor mientras Juan de Dios observaba, todos interpretados por Infante. Esto requería una planificación meticulosa: cada movimiento de cámara, posición de los actores y tiempos debían estar perfectamente sincronizados para que las superposiciones fueran creíbles.
El fotógrafo Jorge Stahl Jr. fue pieza importante en este proceso, logrando que las transiciones fueran fluidas y los personajes parecieran interactuar de forma natural, algo que se destaca como un “dinamismo novedoso” para la época.
- Pantallas divididas:
Esta técnica implicaba dividir el encuadre en secciones para filmar a cada personaje por separado y luego combinar las imágenes. En Los tres huastecos, se usó para mostrar a los trillizos en movimiento, como cuando se abrazan, pelean o cantan juntos.
Esto era especialmente complejo porque, a diferencia de tomas estáticas, el movimiento de cámara y la interacción física entre los personajes (golpes, abrazos) requerían una coreografía precisa para evitar que las divisiones fueran evidentes.
La habilidad de Rodríguez y Stahl para mantener el dinamismo en estas escenas, en lugar de limitarse a tomas estáticas, marcó una diferencia importante respecto a producciones previas.
- Coreografía y edición:
La interacción de los tres personajes interpretados por Infante no solo dependía de trucos ópticos, sino también de una edición impecable y una actuación cuidadosamente sincronizada.
Por ejemplo, las escenas donde los trillizos cantan a tres voces o se golpean requerían que Infante grabara cada papel por separado, ajustando su actuación para que coincidiera con las posiciones y tiempos de los otros personajes.
¿Cómo consolidó Pedro Infante su historia con esta cinta?
Infante, ya una estrella en 1948, demostró su versatilidad al dar vida a tres personajes con personalidades opuestas: el piadoso Juan de Dios, el valiente Víctor y el carismático pero conflictivo Lorenzo.
Su capacidad para diferenciar a cada hermano con matices en voz, gestos y actitudes fue un verdadero reto para el éxito de la película, que recaudó cifras récord en taquilla y se convirtió en un clásico.
La química con Blanca Estela Pavón y la joven María Eugenia Llamas (“La Tucita”) añadió ternura y humor, mientras el guion de Rodríguez profundizaba en la identidad mexicana a través de los contrastes regionales de la Huasteca.