La flotilla humanitaria rumbo a Gaza regresa a Barcelona por el mal tiempo
La Flotilla Global Sumud, integrada por más de 300 personas de 44 países y conformada por 22 embarcaciones, se ha visto obligada a regresar al Puerto de Barcelona este lunes tras haber zarpado con rumbo a Gaza el domingo por la tarde. Entre los activistas se encuentran figuras como Greta Thunberg, Susan Sarandon, la exalcaldesa Ada Colau y Mandla Mandela, nieto de Nelson Mandela.
El retorno se debió a una tormenta en el litoral catalán, con vientos de más de 30 nudos y condiciones marítimas impredecibles. La organización tomó la decisión por motivos de seguridad, priorizando el bienestar de los tripulantes y el éxito futuro de la misión.
"Debido a las condiciones meteorológicas inseguras, realizamos una prueba en el mar y luego regresamos al puerto para permitir que pasara la tormenta", explicó la organización en un comunicado.
Este lunes por la mañana, los capitanes de los barcos y los organizadores celebraron una reunión en el Muelle de la Marina para evaluar la situación y definir cuándo será posible reanudar la travesía hacia Gaza.
¿Cuál es el objetivo de la Flotilla Global Sumud?
La Flotilla Global Sumud, también conocida como la Flotilla de la Libertad, tiene como propósito romper el bloqueo marítimo impuesto por Israel a Gaza y entregar ayuda humanitaria al enclave palestino, duramente afectado por años de asedio.
El convoy incluye médicos, artistas, activistas y representantes de la sociedad civil internacional que buscan visibilizar el sufrimiento de la población gazatí. La palabra "sumud", de origen árabe, significa "firmeza" y simboliza la resistencia pacífica del pueblo palestino.
“La historia aquí es cómo se priva deliberadamente a la gente de los medios más básicos para sobrevivir”, denunció Greta Thunberg en una rueda de prensa previa a la salida.
¿Qué riesgos enfrenta la flotilla en su misión hacia Gaza?
La iniciativa no solo enfrenta riesgos naturales como las tormentas del Mediterráneo, sino también amenazas directas por parte del gobierno israelí. El ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben-Gvir, advirtió que los activistas serían tratados como “terroristas”, y que las embarcaciones podrían ser confiscadas y sus tripulantes, detenidos sin privilegios legales.
“Será un mensaje de disuasión claro para quienes intenten colaborar con Hamás”, declaró Ben-Gvir.
Por su parte, organizaciones internacionales, colectivos de trabajadores portuarios como el CALP de Génova y sindicatos europeos han expresado su respaldo a la flotilla. Han advertido que, si se bloquea o ataca a los barcos, se intensificarán las huelgas y boicots en puertos europeos con destino a Israel.
¿Qué sigue para la flotilla tras su regreso a Barcelona?
La decisión sobre la reanudación de la travesía dependerá de las condiciones meteorológicas y de seguridad. Se espera que más de 70 embarcaciones se unan en la fase final del viaje, en lo que podría convertirse en la misión marítima civil más grande hasta ahora para romper el asedio a Gaza.
Mientras tanto, el conflicto en Gaza sigue intensificándose. Israel continúa su ofensiva militar sobre el enclave, con bombardeos masivos en zonas como Khan Younis, pese al rechazo internacional y críticas desde sectores del propio ejército israelí que exigen el fin del conflicto.