¿Qué contiene realmente el jamón que compras? Esto dice Profeco
El jamón es uno de los alimentos más populares en México debido a su practicidad, sabor y facilidad de preparación. Forma parte de la dieta diaria de muchas familias, ya sea en sándwiches, tortas o como complemento en platillos sencillos. Sin embargo, no todos los productos que se venden como jamón cumplen con lo que establece la normativa mexicana.
En esta ocasión, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) dio a conocer los resultados del Estudio de Calidad realizado a 40 productos comercializados como jamón. El análisis fue publicado en la edición de julio de la Revista del Consumidor y revela información importante que todo consumidor debe conocer.
13 productos no son jamón, aunque lo parecen según Profeco
De los 40 productos evaluados, 13 no cumplen con los requisitos para ser considerados jamón conforme a la NOM-158-SCFI-2003. Estos se presentan como “embutidos cárnicos”, “embutido cocido de carne de cerdo y pavo” o simplemente como “producto cárnico cocido”. A pesar de tener un empaque y presentación similares al jamón, no lo son y no están sujetos a las mismas regulaciones.
Estos productos están elaborados con mezclas de carne y pastas cárnicas, y en muchos casos, contienen ingredientes que no corresponden a lo que el etiquetado indica. La Profeco advierte que algunos de ellos no son veraces en cuanto al contenido neto, incumplen con la declaración nutrimental y contienen más sodio del reportado en la etiqueta, lo que representa un intento por engañar al consumidor.
¿Qué debe contener un jamón, según la norma mexicana?
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Carne (pierna de cerdo, muslo de pavo o ambos)
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Agua
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Sal común y azúcar
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Aditivos alimentarios (como conservadores, nitritos y fosfatos)
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Soya
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Fécula o almidón
Es decir, no todos los productos en el mercado que se ven como jamón cumplen con estos criterios. Por eso, es importante leer bien la etiqueta antes de comprar.
¿Sabes qué contiene realmente el jamón que consumes?
En supermercados y tiendas de autoservicio es común encontrar una gran variedad de marcas, calidades y precios de productos tipo jamón. La Profeco recomienda a las y los consumidores revisar con atención el etiquetado de los productos y consultar el Estudio de Calidad disponible en la edición de julio de la Revista del Consumidor.