Este municipio de Nuevo León es conocido por contar con rutas mineras antiguas
Entre paisajes áridos y construcciones de adobe, existe un municipio que resguarda siglos de historia minera y riqueza cultural en el norte de Nuevo León, Villaldama.
Su pasado, ligado a la minería desde el siglo XVII, ha dejado vestigios visibles en su arquitectura, sitios religiosos y rutas aún visitables que revelan parte del auge económico del entonces Nuevo Reino de León.
Antes conocido como el Real de Minas de San Pedro Boca de Leones, Villaldama alcanzó su máximo esplendor minero hacia 1690.
Fue oficialmente fundado en 1790, aunque los primeros asentamientos mineros ya estaban activos desde años antes.
¿Qué legado dejó la minería en Villaldama?
La extracción de plata, plomo y oro transformó a Villaldama en una de las zonas más activas del noreste novohispano. Como testimonio de esa época, se encuentra la Ermita de la Santa Cruz, construida por mineros en el siglo XVIII y conocida por su escalinata con viacrucis completo y un mirador con vista panorámica.
Además, la zona arqueológica Boca de Potrerillos ofrece vestigios de tiempos aún más antiguos, con petroglifos y pinturas rupestres.
¿Qué atractivos turísticos ofrece este municipio?
- Iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe, del siglo XVI.
- Antiguo Templo de San Pedro Apóstol, ahora teatro experimental.
- Palacio Municipal, construido entre 1906 y 1907.
- Rancho Real de Minas Viejas, con opciones de ciclismo, exploración y observación astronómica.
- Museo Municipal con fotografías antiguas y exposiciones temporales.
- Mirador "Volcán del Aire", con vista privilegiada del entorno.
¿Por qué Villaldama es famosa por su pan?
El municipio también es reconocido por sus panaderías tradicionales que aún utilizan hornos de piedra. Aquí es común encontrar empanadas de calabaza, coyotas, hojarascas y volcanes, entre otros panes típicos. Este sabor local ha pasado de generación en generación, convirtiéndose en parte esencial de la identidad de Villaldama.
Villaldama es un tesoro oculto en el norte de Nuevo León. Su pasado minero, su arquitectura y su oferta turística lo convierten en un destino ideal para quienes buscan historia, naturaleza y tradición en un solo lugar.
