Insomnio y fatiga mental: la conexión que podría estar afectando tu descanso
La fatiga mental es una condición cada vez más común en la actualidad, causada por factores como el ritmo de vida acelerado, la presión laboral, el estrés constante y la sobreexposición a estímulos digitales han convertido esta forma de agotamiento un problema de salud.
Aunque muchas personas la padecen sin saberlo, sus consecuencias pueden ser serias, especialmente cuando se combina con trastornos del sueño como el insomnio y conlleva afectaciones en distintos aspectos de la vida cotidiana.
¿Qué es la fatiga mental y por qué es tan frecuente?
De acuerdo con especialistas en salud mental, esta fatiga se define como un estado de agotamiento intenso que afecta el rendimiento diario, el estado de ánimo y las funciones cognitivas.
Quienes la experimentan suelen sentir una necesidad constante de dormir, irritabilidad y una actitud negativa frente a situaciones normales diarias, incluso, la National Library of Medicine de Estados Unidos, este tipo de fatiga puede ser causada por factores:
- Físicos
- Emocionales
- Cognitivos
Aunque no se considera una enfermedad como tal, puede generar serias complicaciones si no se atiende a tiempo, teniendo como principales detonantes:
- Jornadas laborales extenuantes.
- Aburrimiento prolongado.
- Estrés continuo que llega a convertirse en crónico.
- Falta de sueño.
¿Es el insomnio detonante o consecuencia de la fatiga mental?
El insomnio, definido como la dificultad para conciliar o mantener el sueño, tiene una relación directa con la fatiga mental porque no dormir adecuadamente impide que el cerebro se recupere , incrementado el agotamiento y reduciendo las capacidades cognitivas.
También, una de las consecuencias de esta fatiga es no poder dormir y se traduce en:
- Falta de concentración
- Problemas de memoria
- Irritabilidad
- Una mayor propensión a errores o accidentes
Además, las personas con insomnio prolongado tienden a desarrollar otros problemas emocionales como ansiedad o depresión, sumado a que afecta el rendimiento laboral o académico, las relaciones personales y la salud física general.
¿Cómo prevenir complicaciones por insomnio o fatiga mental?
Aunque la fatiga mental y el insomnio son trastornos, sí pueden estar vinculados a enfermedades como la anemia, deficiencias hormonales, enfermedades autoinmunes o condiciones crónicas como la diabetes o el cáncer.
En algunos casos, las personas recurren al uso de medicamentos sedantes o antidepresivos, lo cual podría agravar la situación si no se trata adecuadamente, por lo que los expertos recomiendan:
- Establecer rutinas de sueño.
- Reducir el uso de dispositivos electrónicos antes de dormir.
- Alimentarse sanamente.
- Desconectarse de las obligaciones laborales en momentos adecuados.
- Identificar los primeros síntomas de fatiga mental, atenderlos y no dejar que se convierta en problema crónico.