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¿Qué tan bien aplicas tu protector solar? Haz la prueba del espejo
Si usas protector solar todos los días, ¡felicidades! vas por buen camino, sin embargo, incluso quienes lo aplican con disciplina pueden estar dejando zonas desprotegidas sin darse cuenta.
Frente, nariz y mejillas suelen recibir la mayor atención, pero otras áreas del rostro quedan en el olvido y ahí es donde entra la llamada “prueba del espejo”.
Aquí te explicamos de qué se trata, cómo hacerla y por qué es una de las formas más sencillas de mejorar tu rutina solar.
¿Qué es la prueba del espejo?
Es un ejercicio visual que te ayuda a detectar qué tanto y qué tan parejo estás aplicando tu protector solar.
Esta prueba consiste en aplicar tu FPS como siempre lo haces y, luego, observarte al sol directo o con luz blanca en un espejo de aumento.
Si notas zonas más opacas, brillos muy marcados o partes visiblemente distintas al resto, probablemente no estás aplicando producto de forma uniforme.
También puedes usar la cámara de tu celular con flash, ya que algunas fórmulas dejan rastros blanquecinos bajo luz intensa, lo cual revela si quedó mal distribuido o si hace falta reaplicar.
¿Cuáles son las zonas más olvidadas al aplicar protector solar, según los dermatólogos?
Según la American Academy of Dermatology, las áreas que más se olvidan al aplicar protector solar son:
- Orejas
- Párpados
- Cuello y nuca
- Contorno de los labios
- Línea del cabello y nacimiento del mismo
Los párpados, por ejemplo, tienen una piel delicada y delgada, y son una de las áreas más propensas a desarrollar cáncer de piel, lo mismo pasa con las orejas, especialmente si llevas el cabello recogido o corto.
Cómo mejorar tu técnica al aplicar protector solar en 3 pasos
- Aplica la cantidad adecuada: Para el rostro completo se recomienda una línea de protector solar del tamaño de dos dedos, el índice y medio, si usas otro formato, como spray o cushion, asegúrate de leer cuántas atomizaciones equivalen a un FPS efectivo.
- Distribuye por zonas: Aplica por secciones, en la frente, nariz, mejillas, mentón, cuello, orejas y extiende con movimientos suaves, sin olvidar los bordes del rostro ni la línea del cabello.
- Haz la prueba del espejo bajo buena luz: Un espejo iluminado o con lupa puede ser tu mejor aliado, verás si te falta reaplicar, si tienes zonas desprotegidas o si necesitas mejorar el tipo de fórmula para una aplicación más uniforme.
Incorporar este pequeño hábito visual puede marcar la diferencia entre una rutina solar cumplidora y una realmente efectiva, ¿y tú, qué tan bien aplicas tu protector solar?