Dulces típicos del Janal Pixán llegan a los mercados de Mérida
Desde figuras de mazapán hasta palanquetas crujientes de pepita y coco, las opciones son tan variadas como la tradición misma.
En el pasillo número uno del mercado Lucas de Gálvez, los visitantes encuentran a Rita González, una de las vendedoras que, como cada año, ofrece una amplia gama de dulces típicos a precios accesibles.
¿Cuánto cuestan los dulces típicos del Janal Pixán en Mérida?
Los precios varían según el tipo de dulce, pero los locatarios destacan que se mantienen económicos para que todos puedan llevar algo a casa o a la ofrenda:
- Figuras de mazapán: $5 pesos cada una
- Cuadritos de coco en colores: 3 por $10 pesos
- Palanquetas de pepita o coco: $10 pesos
- Mini banderas de colores: 3 por $10 pesos
- Zumo y pulpa de tamarindo (dulce o picosito): precios variados
- Coco negro (grande y chico): precios según tamaño
- Encocadas pequeñas y grandes: precios variados
- Dulces de calabaza, nance o yuca: desde $20 pesos
Además de los dulces más representativos, poco a poco se suman calaveritas de azúcar, cocadas especiales y adornos alusivos a la temporada, que complementan las mesas de ofrenda.
¿Qué dulces se venden más en estas fechas?
De acuerdo con Rita, los más buscados son los productos tradicionales de Yucatán, como las figuras de mazapán, las palanquetas de pepita y coco, los “cocos negros” y los cuadritos de coco.
Estos sabores, transmitidos de generación en generación, siguen siendo parte fundamental de la celebración.
¿Por qué los dulces son parte del Janal Pixán?
Los dulces no son solo un antojo: forman parte de la memoria cultural de las familias. Colocarlos en la mesa de ofrenda significa compartir con los difuntos aquello que en vida disfrutaban, además de transmitir a los más jóvenes la importancia de mantener vivas las tradiciones.
Los puestos estarán disponibles hasta el 8 de noviembre, cuando concluya la temporada. Durante esos días, los pasillos del Lucas de Gálvez se convierten en un festival de aromas y colores que anuncian que el Janal Pixán está aquí, una vez más, para recordarnos que la tradición también se endulza.