SEDECULTA, UNESCO e IMPI refuerzan acciones para proteger el bordado maya y evitar casos de plagio
Uno de los oficios más representativos de la cultura maya enfrenta nuevos retos ante el plagio y la apropiación de sus diseños por parte de marcas comerciales. Para hacer frente a esta problemática, la Secretaría de la Cultura y las Artes (SEDECULTA) trabaja junto con la UNESCO y el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) en una serie de acciones que buscan proteger legalmente las creaciones de las bordadoras y garantizar que su trabajo reciba el reconocimiento que merece.
Esta acción responde a los constantes casos de apropiación cultural que afectan a las comunidades indígenas del país, como el ocurrido con los huaraches diseñados por Adidas, inspirados en patrones tradicionales, sin el debido reconocimiento a las creadoras originales.
La titular de la Sedeculta, Patricia Martín Briceño, explicó que el estado de Yucatán está siguiendo el modelo nacional que impulsa el Gobierno Federal en coordinación con organismos internacionales.
“Estamos trabajando con el IMPI, con la UNESCO y también con el Gobierno Federal. No sé si recuerdan el caso de los huaraches de Adidas, estamos tomando ese modelo en todo el país prácticamente, y el Gobierno Federal se está ocupando de todos estos casos ya con diseñadores internacionales y demás”, señaló la funcionaria.
¿En qué consiste la estrategia de protección del bordado maya?
Según explicó Martín Briceño, SEDECULTA busca prevenir los casos de plagio antes de que ocurran, mediante una estrategia integral que combina el registro legal de diseños, la capacitación de artesanas y la educación pública.
“Lo que estamos haciendo es invitar a las bordadoras a que se unan, que registren sus diseños y trabajen en cooperativas dentro del marco legal de derechos de autor. Ellas mismas se están organizando”, indicó.
Como parte de estas acciones, se presentará el Manual de Salvaguardia del Bordado Maya, un documento creado con la participación directa de bordadoras, especialistas y autoridades, que ofrecerá una guía práctica sobre cómo proteger, enseñar y comercializar los bordados de manera ética y sustentable.
¿Qué contiene el Manual de Salvaguardia del Bordado Maya?
El manual abarca distintos ejes para garantizar una protección integral del patrimonio textil, entre los que destacan:
- • Registro de derechos de autor y asesoría legal a las creadoras.
- • Difusión cultural para identificar las puntadas tradicionales.
- • Pautas éticas de comercialización y distribución.
- • Inclusión del bordado maya en programas escolares.
- • Promoción de cooperativas y redes de colaboración artesanal.
“Hay cosas que parecen obvias, pero son fundamentales, como enseñar a la gente a distinguir las puntadas originales o difundir su historia. También hay temas de cómo comercializar los productos, cómo enseñar las técnicas y cómo vincularse con las escuelas”, detalló la titular de Sedeculta.
¿Qué avances se han logrado y cuáles son los próximos pasos?
El año pasado, el gobernador Joaquín Díaz Mena reconoció a más de 200 bordadoras que completaron talleres impulsados por Sedeculta y la UNESCO, obteniendo certificaciones profesionales que les permiten ejercer como instructoras y colaborar con instituciones educativas.
De acuerdo con la dependencia, el trabajo conjunto con el IMPI y la UNESCO busca no solo evitar los plagios, sino dignificar y fortalecer el papel de las artesanas como portadoras del patrimonio cultural inmaterial de Yucatán.
“El bordado no solo es una técnica, es una expresión de identidad, historia y comunidad. Por eso es fundamental que sean ellas mismas quienes definan cómo salvaguardarlo”, afirmó Martín Briceño.
Con estas acciones, Yucatán se coloca como referente nacional en la protección del arte textil indígena, impulsando políticas públicas que equilibran tradición, legalidad e innovación social.
“Queremos que las bordadoras tengan herramientas, voz y presencia. Que sus diseños sean respetados y reconocidos no solo como arte, sino como patrimonio vivo del pueblo maya”, señaló la funcionaria.