El Sargento: colectivos exigen demoler construcción que invadió la ZOFEMAT pese a orden desde 2018
Activistas documentaron una estructura turística construida a escasos metros del mar, pese a sanciones y clausuras desde hace años.

Supercívicos y Metiches por la Naturaleza exhibieron este primero de diciembre una propiedad identificada desde hace años por presunta invasión de la zona federal marítimo terrestre (ZOFEMAT), en El Sargento, Baja California Sur.
En el video más reciente, los activistas muestran una propiedad situada a solo unos metros de la última rompiente, con sellos visibles de clausura por parte de Profepa.
Sin embargo, colectivos insisten en que la clausura es insuficiente y que debe exigirse la demolición, que fue ordenada desde 2018 por Profepa, cuando se determinó que las obras carecían de autorización ambiental y título de concesión.
El caso se reaviva porque el inmueble no solo concluyó su construcción, sino que llegó a operar y anunciarse públicamente en plataformas como Booking bajo el nombre Casa Termales, donde usuarios han comenzado a dejar advertencias sobre su situación irregular.
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¿Qué denuncian los colectivos ambientales en El Sargento?
En su recorrido más reciente, Supercívicos y Metiches por la Naturaleza señalan que la propiedad se construyó “a unos escasos 3 o 4 metros del mar”, pese a que la normativa federal establece que deben mantenerse 20 metros libres después de la última rompiente.
En el video, cuestionan cómo fue posible permitir una obra en una zona completamente virgen, sin construcciones alrededor y dentro del área federal.
El colectivo también afirma que, tras una denuncia ciudadana previa, el sitio ya contaba con sellos de clausura por parte de SEMARNAT y Profepa, pero piden que la autoridad avance al siguiente paso: la demolición. “¿De qué sirve clausurar si esta gente tiene dinero? Ahora viene la demolida”, expresan en la grabación.
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Demolición pendiente desde 2018: lo que ordenó Profepa
Documentos oficiales confirman que desde diciembre de 2018, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) ordenó retirar obras construidas irregularmente en la zona conocida como El Jalito, en El Sargento.
La dependencia determinó que las edificaciones, muros, bardas y nivelación de terreno para un mirador, se realizaron sin título de concesión ni autorización de impacto ambiental, elementos obligatorios para intervenir la ZOFEMAT.
También se le impuso una sanción económica y se ordenó la demolición y retiro de las obras, así como la clausura total temporal.
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A unos metros del mar: así luce la construcción en El Sargento en 2025
Aunque el procedimiento de Profepa establecía la demolición y la clausura total temporal, el lugar concluyó su construcción y comenzó a ofrecer servicios turísticos bajo el nombre Casa Termales, con piscina, acceso directo a la playa y vistas al Mar de Cortés, tal como se describe en su ficha pública alojada en Booking.
La plataforma muestra que el hospedaje se promociona como una experiencia de lujo “frente a la playa”, administrada por una empresa con registro de varios alojamientos en la zona.
Usuarios recientes han comenzado a emitir comentarios advirtiendo que el lugar “tiene una extensión ilegal que invade la playa” e invitando a no apoyar prácticas que vulneren el acceso libre a la costa.
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Playas bloqueadas y ZOFEMAT invadida: un problema creciente que alcanza a El Sargento
La denuncia de colectivos en El Sargento forma parte de una problemática mucho mayor en Baja California Sur, donde la ocupación irregular de la zona federal marítimo terrestre se ha extendido durante años.
De acuerdo con información municipal y reportes ciudadanos, en La Paz se registraron este 2025 más de 96 accesos cerrados a la costa y más de 50 kilómetros de playas donde el paso público ha sido obstaculizado por bardas, portones, desarrollos turísticos y cercos colocados por particulares o empresas.
Este patrón se repite cada vez que un proyecto legal o ilegal avanza sobre la franja costera sin respetar las servidumbres de paso ni los límites de la ZOFEMAT.
Aunque las autoridades ya han comenzado a liberar varios de estos accesos y a revisar concesiones otorgadas en años anteriores, el problema persiste mientras las construcciones irregulares continúen avanzando sobre la franja costera sin consecuencias.















