Rentas de $135 mil al mes en La Paz: el lado oculto del boom inmobiliario
Los precios de vivienda en Baja California Sur han subido más de 80% en solo 4 años. Hoy, rentar o comprar cuesta más que en muchas partes de CDMX, pero los ingresos locales no alcanzan.

Baja California Sur, especialmente sus municipios de La Paz y Los Cabos, se ha convertido en una de las regiones más caras de México para vivir. Aunque el atractivo turístico de sus playas ha potenciado su economía, también ha disparado los precios de vivienda hasta niveles fuera del alcance del sudcaliforniano promedio.
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¿Cuánto cuesta una casa en BCS comparado con otros estados?
En 2024, el precio promedio de una casa en Baja California Sur fue de aproximadamente 2.3 millones de pesos, con un incremento anual del 13.3%, según la Sociedad Hipotecaria Federal.
Esto coloca al estado como el segundo más caro para comprar vivienda, sólo detrás de la Ciudad de México (CDMX), donde el promedio ronda los 4 millones.
Por su parte, Nuevo León y Jalisco presentan precios menores 1.75 y 1.72 millones respectivamente, aunque igualmente altos en el contexto nacional.
El encarecimiento de la vivienda no se corresponde con el tamaño de su economía ni con los ingresos de su población, que aunque el estado presenta una de la tazas de empleo formal más altas del país, más de 169 mil personas aún trabajan en la informalidad.
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¿Y rentar? Baja California Sur lidera también en alquileres
El mercado de renta refleja una realidad igualmente preocupante, en 2024 Baja California Sur registró una renta mensual promedio de 26,715 pesos, superando incluso a la Ciudad de México, según el portal inmobiliario Lamundi.com.mx.
En municipios como Los Cabos, las rentas en fraccionamientos privados sobrepasan los 30,000 pesos, y en zonas exclusivas de La Paz se han reportado condominios con rentas mensuales que alcanzan los 135,000 pesos.
En contraste, zonas periféricas pueden ofrecer alquileres desde $4,000 pesos, aunque muchas veces con limitaciones en servicios, conectividad y seguridad. La brecha entre estos dos extremos refleja un mercado profundamente desigual, donde las rentas elevadas afectan directamente la calidad de vida de miles de familias que ocupan hasta el 50% de su presupuesto para pagarlas.
Así han subido los precios de viviendas en la última década en Baja California Sur
En apenas cuatro años (2020–2024), el precio promedio de la vivienda en Baja California Sur pasó de $1.21 a $2.26 millones de pesos (+87.3%), liderando el incremento nacional, según los datos del índice de Precios de Vivienda en México publicados por la Sociedad Hipotecaria Federal.
A lo largo de una década, los precios en Baja California Sur se han triplicado. En comparación, la Ciudad de México registró un aumento de aproximadamente 30% en el mismo periodo, mientras que estados industrializados como Nuevo León y Jalisco tuvieron incrementos de entre 40 y 55 por ciento.
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¿Por qué están subiendo tanto los precios en Baja California Sur?
El alza de precios en Baja California Sur responde a una combinación de factores económicos, turísticos y sociales. Uno de los principales detonantes es el auge del turismo de lujo, que ha convertido a Los Cabos y La Paz en destinos codiciados por inversionistas y compradores extranjeros.
La presencia de estadounidenses, canadienses y europeos ha incrementado la demanda de propiedades premium, con precios que oscilan entre 500 mil y un millón de dólares por unidad. Estas cifras, completamente ajenas a la realidad local, elevan de manera artificial el valor de mercado.
A esto se suma la llegada de nómadas digitales y profesionistas mexicanos con altos ingresos provenientes de otras entidades, que encuentran en la península un lugar para trabajar de forma remota con calidad de vida frente al mar.
La falta de proyectos orientados al interés social es otro factor importante. La mayoría de los nuevos desarrollos están enfocados al mercado extranjero o a segmentos de altos ingresos. Las condiciones geográficas del estado, la escasez de suelo urbanizable y el alto costo logístico de materiales de construcción dificultan la viabilidad de proyectos económicos.
Mientras los desarrollos premium multiplican su plusvalía y la tierra se revaloriza por su cercanía al mar, miles de sudcalifornianos quedan al margen, enfrentando rentas impagables, créditos hipotecarios inaccesibles y un futuro cada vez más incierto en su propia tierra.