San Rafelito, el islote en la bahía de La Paz ideal para una aventura con lobos marinos
El islote forma parte del Área de Protección de Flora y Fauna Balandra y cuenta con reglas estrictas para garantizar un turismo responsable.

El islote San Rafaelito se levanta como una joya natural en la bahía de La Paz. Coronado por un faro metálico blanco de nueve metros de altura, este peñón rocoso no solo es guía para navegantes; es también el refugio de una pequeña colonia de lobos marinos de California, que se han convertido en el principal atractivo para visitantes locales y extranjeros.
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¿Qué hace especial a San Rafaelito?
San Rafaelito forma parte del Área de Protección de Flora y Fauna Balandra, lo que significa que su riqueza natural está bajo un estricto esquema de conservación.
El islote concentra lo mejor del ecosistema del Mar de Cortés en un espacio diminuto; aves marinas como pelícanos y gaviotas patiamarillas descansan en sus rocas y bajo el agua se extiende un arrecife coralino lleno de peces de colores.
Pero la experiencia que más atrae a los turistas son los lobos marinos. A diferencia de Los Islotes, en la isla Espíritu Santo, que es una colonia reproductiva donde nacen crías cada verano, el islote San Rafaelito está considerado una colonia de descanso.
De acuerdo con un estudio de la Universidad Autónoma de Baja California Sur (UABCS), se trata de un grupo conformado principalmente por machos juveniles y adultos solteros que utilizan el peñón como lugar de resguardo y alimentación, sin que existan registros de reproducción constante en el sitio.
Esto no significa que no pueda verse alguna hembra de paso, pero sí que San Rafaelito no cumple el rol de colonia reproductiva.
La diferencia es que en este islote la interacción controlada con turistas puede realizarse con menor riesgo para la especie, siempre que se cumplan las reglas de la CONANP para evitar estrés o accidentes.
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¿Cuáles son las reglas de la CONANP?
La Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP) establece las siguientes normas:
- Las lanchas deben mantenerse a 30 metros del islote.
- Los nadadores no pueden acercarse a menos de cinco metros de las rocas.
- Está prohibido desembarcar.
- El número de visitantes por guía esta limitado.
- Se exige el uso de chaleco salvavidas en todo momento.
- Se promueve el bloqueador solar biodegradable para proteger el arrecife.
Los prestadores de servicios locales han adoptado estas medidas como parte del turismo responsable, recordando a cada viajero que el contacto con los lobos marinos debe ser a distancia, sin tocarlos ni alimentarlos.
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Una experiencia para toda la vida
Llegar a San Rafaelito es posible mediante recorridos en lancha que parten del malecón o de la playa El Tecolote. La mayoría de los tours incluyen equipo de snorkel y, en ocasiones, combinan la visita con paradas en Balandra o avistamientos de delfines en la bahía.
El mejor horario para vivir esta experiencia es por la mañana, cuando el mar está más calmado y la visibilidad bajo el agua es óptima. Allí, entre corales, peces tropicales y la silueta inconfundible del faro, los visitantes descubren por qué Jacques Cousteau llamó a este mar el “Acuario del Mundo”.