Tiburón Urbano cumple 10 meses en La Paz y la sombra prometida de paraderos sigue sin llegar
Prometieron luminarias, seguridad y funcionalidad. Hoy, solo hay concreto expuesto y ciudadanos esperando bajo temperaturas extremas en La Paz.
A casi 10 meses del arranque del Tiburón Urbano, el modernizador sistema municipal de transporte, las promesas siguen chocando contra la realidad: los nuevos paraderos, presentados en octubre de 2024 como muestra de infraestructura inclusiva, moderna, segura y sostenible, están quedando inconclusos y completamente desprotegidos.
Todo eso pese a haber costado 100 mil pesos cada uno, con un presupuesto total de un millón de pesos.
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¿Qué tan funcional puede ser un paradero sin sombra en una ciudad como La Paz?
En La Paz, durante el verano, la temporada más calurosa del año, la temperatura máxima promedio puede rondar los 40 °C, especialmente en julio y agosto. Y no es de extrañar, en olas de calor advertidas, los termómetros incluso pueden rebasar los 45 °C.
Así, los usuarios del Tiburón Urbano se ven obligados a esperar en estructuras de concreto, sin sombra natural ni techos que mitiguen de esos hornos a cielo abierto.
“Se antoja esperar media hora el camión en ese hermoso detalle arquitectónico como a eso de las 3 de la tarde cualquier día de agosto”, acusa uno de los usuarios vía redes. Un reclamo que ya resuena con fuerza en la comunidad local.
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Foto: Rocío Casas / POSTA BCS
¿Qué se prometió exactamente para estos paraderos del Tiburón Urbano?
Durante la presentación del proyecto, el Ayuntamiento anunció la instalación de 10 nuevos paraderos con videovigilancia 4G, con visión de 120°, con diseño que priorizara la seguridad de las mujeres, sin embargo:
No hay techumbre ni pérgolas que protejan a los ciudadanos del sol.
Las rampas para personas con discapacidad prometidas están rezagadas.
Los paneles informativos siguen aún en planes, sin presencia real en la mayor parte de las estaciones.
No hay botón de pánico ni luminaria funcional en muchos de ellos.
En lugar de refugio, los paraderos operan como simples “detalles arquitectónicos” que no cumplen su función principal: cuidar a quienes esperan.
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Foto: Milena Quiroga Romero | Meeh / Facebook
¿Estos paraderos también están preparados para las lluvias?
Y si el calor ya es intolerable, se avecinan las lluvias propias de la temporada de huracanes que ya inició. El riesgo es que, sin infraestructura adecuada, los paraderos se conviertan también en trampas para los usuarios, sin techos, sin drenaje, ni protección contra fuertes lluvias y ráfagas de viento.
No se trata solo de incomodidad, hablamos de golpes de calor, deshidratación y exposición extrema a rayos UV, especialmente en mujeres, adultos mayores y estudiantes que usan el servicio diariamente.
Hasta ahora no hay fechas ni cronograma público sobre el progreso de estos. Mientras tanto, los paraderos ya están siendo usados, aunque más como hornos urbanos que como verdaderas estaciones de transporte.
