Davisha: Lucha libre contra la homofobia con lentejuela y dignidad

"La lucha me ha enseñado a quererme y me ha demostrado quién soy realmente, y lo que valgo", explica Davisha con orgullo mientras se prepara para salir al ring. Se pone pestañas, se pinta los labios y retoca el rubor de sus mejillas, a la par que baila frente al espejo con la música que hay previa a la función de lucha libre. Se pone sus medias brillosas y sus rodilleras de lentejuelas, acomoda su traje rojo de animal print con detalles dorados que simulan fuego, luego se abrocha sus botas negras de charol y finalmente rocía perfume en todo su cuerpo. Está lista para volar en la pelea estelar.

Davisha nació en Huixquilucan, Estado de México, y aunque confiesa que comenzó a practicar la lucha libre “por buscar hombres”, hoy es una profesional que sigue el camino de Pimpinela, My Flowers y Rudy Reyna, las primeras exóticas que decidieron subirse al ring y desafiar las normas de género de la lucha libre, un espectáculo que forma parte de la cultura mexicana donde dominan los estereotipos machistas, los insultos homofóbicos y la prácticas misóginas.

Los luchadores exóticos nacieron en la lucha libre mexicana en los años 40 pero se popularizaron en los 80, y se caracterizaban por realizar movimientos femeninos, extravagantes y teatrales. “Los luchadores exóticos eran hombres pero afeminados, aunque manejaban un estilo muy clásico. Posteriormente se modificó a usar medias, maquillaje y lentejuela, piedrería, la jotería al 100%. Pero realmente un luchador exótico es, y así lo voy a decir, un luchador de la comunidad LGBT”, señaló Davisha en entrevista para POSTA CDMX.

“El exótico del barrio bravo”, como también se nombra, divide su tiempo entre los entrenamientos de lucha libre y el estudio de cultura de belleza. Los fines de semana se presenta tanto en grandes arenas como en mercados y espacios públicos del Valle de México, a veces con hasta tres eventos por día. “No es nada fácil dedicarse a la lucha, es cansado, hacer entrenamientos a ras de suelo, acrobacias y resistencia”, nos comparte Davisha.

Pese a que han existido luchadores exóticos muy amados por el público mexicano, la realidad es que la discriminación y homofobia continúan. La luchadora cuenta que ha vivido  humillaciones, discriminación y que incluso algunas personas han intentado sobrepasarse verbalmente y sexualmente contra ella. En una ocasión, explica, un hombre del público le dio una nalgada sin su consentimiento y ella estuvo a punto de responder, pero el staff de seguridad evitó una confrontación mayor.

Pese a todos los obstáculos, Davisha sigue luchando por mejorar y llegar a más peleas estelares. Les recuerda a todas las personas que se sientan identificadas con ella que “todos los sueños se pueden cumplir con dedicación y esfuerzo”, mientras a las personas homofóbicas les dice que “respeten, porque al final del día somos seres humanos, nosotros también sentimos, a nosotros también nos duele”.

Tras una contienda de cuarenta minutos, Davisha junto con su equipo, la leyenda Yuriko y Tachi, venció a los rudos. Así, los luchadores exóticos en la actualidad continúan con el legado de quienes les abrieron camino “para demostrar como somos, que la gente nos aceptara, marcar la diferencia, la distinción o sobre todo demostrar que también nosotros podemos hacer lo mismo que un hombre (cisgenero)”.