Explosión en Iztapalapa y respuesta chilanga: ayuda solidaria que demuestra que los mexicanos somos chingones
Tras la trágica explosión de una pipa de gas en Iztapalapa, la solidaridad de los mexicanos se manifestó una vez más.

Una vez más la solidaridad de los mexicanos sale a luz tras la trágica tarde que vivió Iztapalapa cuando debajo del Puente de la Concordia se volcó una pipa de gas, lo que provocó un gran flamazo que hasta el momento ha cobrado la vida de 10 personas y 54 hospitalizados.
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El comienzo del infierno en Iztapalapa
Todo comenzó a las 14:20 horas cuando muchos jóvenes, niños, madres, padres de familia, abuelitos, abuelitas, tíos, novios, novias se encaminaban para ir al trabajo, a la escuela, de regreso a sus casas, pero fueron impedidos a seguir su camino por el gran flamazo que iluminó todo el cielo de la CDMX; pero no de forma bonita, puesto que provocó mucho sufrimiento en todo el país.
Fue a causa de una pipa con 49.500 litros de gas que volcó y empezó el incendió que hizo bajar a todos los chilangos y chilangas de sus automóviles o del transporte público para sobrevivir; muchos no lo lograron.
Sin embargo en el transcurso del sufrimiento, los vecinos de Iztapalapa se empezaron a coordinar para apoyar a las víctimas que pedían auxilio con tanto dolor por esas heridas que tenían sus pieles.
Los vecinos trataban de apagarlos con garrafones, botellas y cubetas de agua, cualquier cosa que tenían en la mano era esencial para acabar con el fuego, en lo que llegaban los cuerpos de emergencia, que a pesar de que fue rápida su respuesta, sin ayuda de los ciudadanos y ciudadanas hubiera sido una tragedia mayor.
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La ayuda no acaba, después de dos días
A dos días de esta tragedia, la ayuda no para y la gente sigue apoyando, en redes sociales inundan videos, imágenes con historias desgarradoras, alentadoras que demuestran que el mexicano estará para su compatriota cuando lo necesite y en los peores momentos.
Y es que a pesar de que ya había sido controlado el fuego, empezó la otra tortura para las víctimas; algunos al no ser encontrados por sus familiares, otros estar al límite de la muerte, pero la gente hizo más caluroso esos momentos de tortura para ambas partes.
La otra cara de la tragedia
Motociclistas con letreros en la espalda “Te ayudo a trasladarte a hospitales para buscar a tu familiar”; psicólogos ofreciendo servicio gratuito, al igual que funerarias; donadores de sangre abarrotando hospitales que hasta tuvieron que rechazarlos por lleno de cupo, esto es solo un pequeño ejemplo de lo que significa ser mexicano.
Sin embargo, el otro lado de la cara de esta historia está también la ayuda a los bomberos, policías y elementos de protección civil que auxiliaron a las víctimas y que los ciudadanos les agradecen llevándoles comida, café, pan, agua por las tantas horas de trabajo.
Mientras que afuera de los hospitales de la CDMX, donde familiares están impacientes y con una gran angustia en espera de información de su familiar lastimado, se encuentran cobijados por la misma gente que tienen letras de solidaridad, de apoyo, acompañado de alimentos y hasta gente ofreciendo departamentos para los familiares de las víctimas.
Y cuando el día está por acabarse la gente prende veladoras acompañado de un rezo para las familias y víctimas de este trágico suceso, pero recordando que una mano estará a lado cuando lo necesiten para dar más fuerza y demostrar lo que es ser mexicano.
Mientras la ciudad se sume en el silencio de la noche, la gente, con el corazón en la mano, se prepara para el amanecer, lista para seguir ofreciendo su apoyo, demostrando que la solidaridad no descansa.
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