Esta empresa de Coahuila murió sin explotar todo su potencial; pudo ser de las mejores
Esta empresa de Coahuila se desplomó bajo su propio peso sin alcanzar su máximo potencial.
Altos Hornos de México (AHMSA), alguna vez sinónimo de progreso industrial en el norte del país, terminó sus operaciones de forma definitiva en 2024 tras declararse en bancarrota.
Fundada en 1942, la acerera fue clave en la economía de Coahuila por décadas, pero hoy se recuerda como una empresa que nunca logró alcanzar su verdadero potencial.
Una serie de decisiones cuestionables, endeudamientos colosales y escándalos de corrupción acabaron por hundir a lo que pudo ser una de las compañías más sólidas de América Latina.
Con más de 5 mil millones de dólares en pasivos acumulados, la caída de AHMSA dejó secuelas profundas en la región Centro del estado y reavivó la discusión sobre la necesidad de reformas en la industria pesada nacional.
¿Cómo se construyó y cayó un emblema industrial de Coahuila?
El ascenso de AHMSA comenzó en la década de 1940 y alcanzó su pico durante los años 70, cuando producía más de 3.7 millones de toneladas de acero al año. Monclova, su ciudad sede, floreció como capital acerera del país.
Sin embargo, su privatización en 1991 bajo el liderazgo de Alonso Ancira trajo consigo un modelo corporativo poco sostenible.
Para 1999, la empresa ya enfrentaba una deuda de 2,300 millones de dólares. Aunque intentó recuperarse, incluso con una modernización simbólica inaugurada por Enrique Peña Nieto en 2013, su destino quedó sellado con el escándalo Odebrecht, que vinculó a Ancira con sobornos a Pemex.
Desde entonces, la producción cayó en picada y la planta operó a niveles mínimos hasta detenerse completamente.
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¿Qué factores provocaron el colapso definitivo?
La crisis de AHMSA no puede entenderse sin observar tres factores determinantes:
- Corrupción sistemática: El caso Odebrecht involucró directamente a su director, manchando la reputación de la empresa y activando sanciones financieras.
- Deudas impagables: Se acumuló una montaña de pasivos con Pemex, CFE, Hacienda y proveedores locales, superando los 5 mil millones de dólares.
- Falta de inversión real: Tras 2019, la maquinaria se deterioró al grado de volver inviable cualquier reinicio. Ni los acuerdos con fondos internacionales como Argentem Creek Partners ni las promesas de apoyo gubernamental lograron rescatarla.
¿Qué impacto tuvo su quiebra en Coahuila?
La caída de AHMSA significó más que la pérdida de una empresa; fue el golpe final a una estructura económica que sustentaba a miles de familias. Más de 12 mil empleos directos e indirectos se perdieron, afectando también a decenas de proveedores y pequeñas empresas locales.
La economía de Monclova, hasta entonces impulsada por la acerera, ha enfrentado cierres, migración laboral y aumento en la informalidad.
Actualmente, la compañía se encuentra en un proceso de liquidación de activos que podría tardar un año, mientras crecen las voces que piden una expropiación estatal para salvar lo que queda del complejo industrial.
El caso de AHMSA es una advertencia clara sobre los riesgos de la corrupción corporativa y la ausencia de visión a largo plazo. Lo que alguna vez se proyectó como motor de desarrollo nacional, terminó atrapado entre litigios, deudas y maquinaria oxidada.
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