Deslave de lodo y piedras deja daños en viviendas y vehículos en Edomex
Deslave causado por obras sin control daña viviendas y vehículos en Edomex.

En la madrugada del 29 de mayo, una avalancha de lodo, piedras y tierra descendió desde el ejido Bellavista hacia la colonia Santa Rosa, en Naucalpan, Estado de México.
El material cubrió la calle Orquídea, dañó al menos diez viviendas y atrapó nueve vehículos. No se reportaron pérdidas humanas, pero el impacto causó alarma entre los vecinos.

¿Cuál fue la causa del desprendimiento de tierra en la zona?
Los trabajos de excavación para abrir una calle nueva generaron acumulaciones de tierra y piedras en la parte alta. Al caer la lluvia, la tierra húmeda se deslizó hacia las zonas bajas sin ninguna contención eficaz. La malla ciclónica instalada como medida preventiva cedió ante el peso del material y fue arrastrada por el deslave.
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¿Cómo reaccionaron los habitantes ante el desastre?
Las familias afectadas comenzaron labores de limpieza utilizando:
Palas
Escobas
Cubetas
Carretillas
Aunque hicieron esfuerzos, la cantidad de lodo superó su capacidad y solicitaron apoyo urgente a las autoridades municipales y estatales para evitar daños mayores.

¿Por qué aumentó la preocupación por nuevos deslaves?
Los trabajos con maquinaria pesada continuaban en la zona alta, aumentando el riesgo de futuros deslaves. Los vecinos presentaron denuncias para alertar sobre el peligro, pero no recibieron respuesta oportuna. En septiembre de 2024, un deslave en la colonia La Raquelito provocó seis muertes y varias personas heridas, situación que refleja la vulnerabilidad del área.
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¿Qué acciones pueden tomar los habitantes para reducir riesgos?
Para protegerse y minimizar riesgos durante la temporada de lluvias, los vecinos pueden:
Revisar periódicamente el estado de muros de contención y drenajes cercanos.
Evitar acumular materiales o escombros en zonas altas o pendientes.
Participar en programas comunitarios de vigilancia y alerta temprana.
Mantener rutas de evacuación despejadas y señalizadas.
Reportar cualquier movimiento inusual de tierra o filtraciones de agua a las autoridades.
Coordinarse con vecinos para apoyarse mutuamente en casos de emergencia.