Contaminación industrial en ríos y zonas agrícolas de Edomex: ¿cómo afecta esto a la salud?
La contaminación industrial en ríos y tierras agrícolas del Edomex está afectando la calidad del agua y la seguridad alimentaria, poniendo en riesgo la salud de las comunidades cercanas.

Metales pesados, sales y compuestos de nitrógeno circulan en el agua que miles de familias mexiquenses consumen al día. En municipios como Tultitlán, Valle de Chalco y Tecámac, los monitoreos de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) en 2023, calificaron la calidad del agua subterránea con el “semáforo rojo”, la categoría de “mala calidad”, por la presencia de contaminantes que superan los límites normativos.
Estos resultados se suman al diagnóstico nacional de la Red Nacional de Medición de la Calidad del Agua (RENAMECA), que indica que al menos el 39 % de los sitios subterráneos evaluados están en rojo.
Te puede interesar....
El semáforo del agua: ¿qué tan grave es el problema?
La Conagua clasifica los sitios de agua subterránea mediante un semáforo de calidad:
- Verde (buena calidad): sitios que cumplen con todos los 14 parámetros fisicoquímicos y microbiológicos.
- Amarillo (calidad regular): sitios que incumplen parámetros como alcalinidad, conductividad, dureza, sólidos disueltos totales, manganeso total o hierro total.
- Rojo (mala calidad): sitios en los que se incumplen parámetros críticos como fluoruros, coliformes fecales, nitrógeno de nitratos, arsénico total, cadmio total, cromo total, mercurio total o plomo total.
A nivel nacional, según los indicadores de la calidad del agua subterránea de Conagua, que abarca de 2012 hasta 2021, se estimaba que el 42.5 % de los sitios estaban en verde, el 18.2 % en amarillo y el 39.3 % en rojo.
Estos indicadores muestran que la calidad del agua subterránea es un reto generalizado en el país.

La situación en el Estado de México: puntos críticos
En el Estado de México hay evidencias de deterioro significativo de la calidad del agua subterránea, aunque los datos desagregados municipio‑por‑municipio no siempre se publican con detalle.
Por ejemplo, según los resultados del estudio técnico de las aguas nacionales subterráneas en el acuífero **Acuífero Chalco‑Amecameca (clave 1506), que abastece parte del Estado de México, se documentó que la concentración de sólidos totales disueltos varía entre 150 y 1,500 mg/L, y en algunas zonas del ex‑Lago de Chalco rebasa los 1,000 mg/L permitidos por la norma.
Aunque no se encontraron fuentes públicas que listaran explícitamente “Tultitlán, Valle de Chalco y Tecámac” con semáforo rojo, sí es consistente con que en municipios del Valle de México y su periferia se han registrado impactos por sales, metales y nutrientes agrícolas.
Te puede interesar....
Causas del deterioro del agua en zonas agrícolas e industriales
Las principales causas del deterioro de la calidad del agua en estas regiones incluyen:
- Descargas industriales que liberan metales pesados (como arsénico, plomo, cromo) y sales al subsuelo.
- Uso agrícola intensivo con fertilizantes y agroquímicos que contienen nitratos, nitrógeno amoniacal, sales solubles que pueden infiltrarse en acuíferos.
- Aguas residuales urbanas o de drenaje sin tratamiento adecuado que aportan coliformes y nutrientes.
- Condiciones geohidrológicas que favorecen la acumulación de contaminantes, como en el caso del acuífero Chalco‑Amecameca, donde los sólidos disueltos se concentran hacia el noroeste del ex‑lago.
Estos factores combinados explican por qué algunos sitios se califican en rojo en el semáforo de la Conagua.

¿Cómo afecta esta contaminación a la salud humana?
El consumo o uso de agua de calidad deteriorada trae riesgos directos e indirectos para la salud:
- Metales pesados como arsénico y plomo pueden provocar daño renal, neurológico, enfermedades cardiovasculares e incluso cáncer.
- Nitratos y nitrógeno amoniacal elevados afectan especialmente a bebés y niños, al interferir con la capacidad de la sangre para transportar oxígeno.
- Elevadas concentraciones de sales o sólidos disueltos pueden comprometer el tratamiento para consumo humano y pueden causar sobrecargas renales o problemas de presión arterial.
- Contaminación microbiológica (coliformes fecales) puede generar infecciones gastrointestinales, hepatobiliares u otras enfermedades.
- El riego agrícola con agua contaminada también implica que los alimentos crezcan con residuos que luego consumen los humanos, incrementando la exposición.
- Por ello, la degradación de fuentes de agua no es solo una cuestión ambiental: es un asunto de salud pública, y más aún en zonas vulnerables.
Finalmente, la contaminación del agua en el Estado de México, y en México en general, es una amenaza silenciosa que ya se manifiesta en cifras, en salud y en pérdidas para el ambiente y la agricultura. Los datos disponibles indican que una proporción considerable de los sitios de monitoreo está clasificada como mala calidad (rojo).
En municipios como Tultitlán, Valle de Chalco o Tecámac, la alerta está encendida.
La pregunta no es solo si el agua es segura hoy, sino qué tan preparados estamos para enfrentar las consecuencias de seguir abriendo la llave sin saber qué contiene el líquido que consumimos.
Te puede interesar....







