Trump amenaza con militarizar Chicago tras fin de semana que dejó 8 muertos
El alcalde de Chicago junto al superintendente de policía, Larry Snelling, anunciaron que la policía no ayudará a los agentes del ICE en operativos o redadas migratorias dentro de la ciudad.

En el contexto de las celebraciones por el Día del Trabajo, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, desató una nueva polémica al declarar que Chicago es “la peor y más peligrosa ciudad del mundo”. Esta afirmación la hizo a través de su red social Truth Social, luego de un violento fin de semana en la ciudad, que dejó 54 personas heridas y 8 muertas por tiroteos.
“Chicago es la peor y más peligrosa ciudad del mundo, por mucho. Pritzker necesita ayuda urgentemente... Lo resolveré rápido, como lo hice en Washington DC. Chicago volverá a ser segura, y pronto”, escribió Trump.
El mandatario también calificó a la ciudad como la “capital mundial del asesinato”, intensificando su discurso y dejando entrever que la intervención militar federal podría ocurrir antes de lo esperado. Trump aseguró que no es un dictador, pero que está dispuesto a actuar con firmeza para “restaurar el orden”, a pesar de las críticas.
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¿Por qué Trump insiste en militarizar Chicago?
En declaraciones a CBS, la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, respaldó la postura de Donald Trump y criticó duramente al gobernador de Illinois, J.B. Pritzker. “Es repugnante que el gobernador elija luchar por los violentos asesinos de inmigrantes ilegales en lugar de proteger a sus propios ciudadanos”, afirmó Noem. “La gente de Chicago merece estar segura en las calles de su ciudad”, añadió la republicana.
Las declaraciones del presidente se enmarcan en su retórica habitual de mano dura contra el crimen, y se suman a su intención de desplegar tropas federales en ciudades con altos índices delictivos, especialmente aquellas gobernadas por demócratas.
Trump ya ha enfrentado críticas en el pasado por el uso de la Guardia Nacional en contextos civiles, como sucedió durante las protestas migratorias en Los Ángeles. Un juez dictaminó que esa medida fue ilegal, y figuras como la congresista Delia C. Ramírez advirtieron que repetir ese acto en Chicago también violaría la ley y la Constitución.
“Fue ilegal cuando Donald Trump abusó del poder militar en Los Ángeles. Lo sería también en Chicago si continúa con sus amenazas”, dijo Ramírez.
La declaración de Trump sobre la posibilidad de militarizar Chicago generó rechazo inmediato de las autoridades locales. El gobernador de Illinois, J.B. Pritzker, respondió con firmeza:
“Señor Presidente: NO VENGA a Chicago. No lo queremos ni lo necesitamos aquí”.
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¿Qué dicen las autoridades estatales ante las amenazas de Trump?
Tanto el gobernador Pritzker como el alcalde de Chicago, Brandon Johnson, han cerrado filas contra los planes del presidente. Johnson incluso firmó una orden ejecutiva que prohíbe a los funcionarios locales colaborar con agentes federales en caso de un despliegue militar, y advirtió que tomarán acciones legales si se concretan las amenazas.
Durante un mitin del Día del Trabajo, Johnson envió un mensaje directo al presidente Donald Trump:
“¡No hay tropas en Chicago!”
El gobernador Pritzker también apuntó que ciudades en Tennessee y Misisipi tienen índices de criminalidad más altos que Chicago, pero no han sido blanco de las amenazas de Trump. Cuestionó el criterio político detrás de la decisión:
“Trump tiene a Chicago en la mira, no a Memphis ni a Hattiesburg. ¿Por qué? Porque quiere ocupar una ciudad demócrata para intimidar a sus rivales políticos”.
Además, resaltó que el crimen ha disminuido notablemente en la ciudad, en contraste con el relato presidencial. “No hay ninguna emergencia en Chicago que requiera intervención militar”, recalcó.
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¿Cuál es el trasfondo político de esta disputa?
Chicago ha sido históricamente un blanco de ataques por parte de Trump, especialmente desde su primera administración. En 2019, durante su primera visita oficial como presidente, calificó a la ciudad como una “vergüenza para la nación”. En ese momento, el jefe de policía de la ciudad se negó a asistir al evento, y miles de personas salieron a protestar en su contra.
A pesar de los altos niveles de violencia reportados recientemente, las estadísticas muestran una baja del 32 % en homicidios en Chicago en el último año, y una reducción del 50 % desde 2021, según datos estatales.
No obstante, Trump continúa con su narrativa de “ley y orden” y la promesa de intervenir militarmente para restaurar la seguridad. Sin embargo, las encuestas recientes reflejan que el 55 % de los estadounidenses se opone a que el gobierno federal controle a la policía local.
“Esta no es una medida de seguridad, es un intento de control”, advirtió el gobernador Pritzker. “Si esto ocurriera en cualquier otro país, lo llamaríamos por su nombre: una peligrosa apropiación del poder”.