Los relatos del terror que viven las mujeres en México

CIUDAD DE MÉXICO.- Pilar llora sin consuelo y eso la hizo salirse del contingente en el que caminaba junto a miles de mujeres rumbo al Zócalo de la ciudad de México.

Lo que la hace llorar es que fue despedida tras haber sido acosada laboral y sexualmente por un compañero de trabajo en una dependencia del gobierno federal, en 2022. 

“ Yo denuncié en acoso sexual y después el acoso laboral y con una denuncia en la contraloría y otra en la fiscalía me obligaron a renunciar”

 Sólo el recuerdo, provoca un mar de lágrimas, porque la remontan a la indignación de aquella época en la que tras el acoso de ese compañero de trabajo, quien la intimidó a través de mensajes en su teléfono y en una área común de la oficina, denunció y no fue escuchada. Después la hicieron renunciar.

Ha pasado dos años desde entonces y no puede sobreponerse porque le indigna saber que hizo lo correcto y contra todos los consejos de sus compañeros, decidió denunciar lo ocurrido.

Eso mismo le ocurrió a Imelda, quien fue acompañada a la marcha junto con su sobrina, quien trata de inculcarle valores como el respeto la libertad y la solidaridad. Aunque sabe que nada de eso le funcionó cuando en su trabajo fue acosada por su jefa, quien, según recuerda, disfrutó el proceso en la que la obligó abandonar el trabajo sólo por ser mujer.

“Tuve que renunciar y dejar mi trabajo, porque una mujer me hizo la vida imposible”

 Los casos del dolor, la discriminación, las ausencias y los abusos ocupan cada uno de los metros de las calles y avenidas por donde avanzan las mujeres. Unas gritando y otras sin abrir la boca, pero con una mirada que grita el dolor por el que están pasando.

Laura Dominguez, extraña tanto a su hija que a pesar de estar detenido su asesino sigue exigiendo justicia, porque a ella le quitaron la vida al salir de la universidad La Salle, y, aunque su lucha consiguió detener al responsable, no ha logrado que la universidad reivindique la desaparición de su hija ni que sea sancionada por su responsabilidad en ese hecho.

“Se reúne con sus amigos el 14 de mayo de 2022 y ese mismo día pierde la vida y nunca fueron citados a declarar sus compañeros”

 “Mi Chiquita”, como le decía cariñosamente, sólo pudo vivir 24 años en esta tierra. Estudiaba medicina y estaba por graduarse y por ella seguirá ayudando a los colectivos que le dieron apoyo en los momentos más oscuros de su vida.

Ese es el motor que mueve las protestas en este día internacional de la mujer. La indignación, la tragedia, la falta de justicia y el amor, el inmenso amor que se sigue manifestando a pesar de qué la vida mostró lo dura que puede ser para estas mujeres que nada tienen que celebrar en un día como hoy.