Misa crismal: Sacerdotes de Yucatán renuevan sus votos
Es una ceremonia cargada de simbolismo y significado, que recuerda a los fieles la importancia de la unción en la vida cristiana.
MÉRIDA, Yucatán.- Una de las ceremonias más importantes que se lleva a cabo durante esta Semana Santa, es la llamada Misa Crismal, una ceremonia presidida por el obispo y concelebrada con los sacerdotes de la diócesis.
En esta celebración se consagra el Santo Crisma, de ahí su nombre, y se bendicen los santos óleos o aceites que se utilizarán para ungir a los enfermos y a los que se van a bautizar. El término crisma proviene del latín chrisma, que significa unción.
El crisma es la materia sacramental con la que se ungirán los nuevos bautizados, se signarán aquellos que reciban la confirmación y se ordenarán los obispos y sacerdotes, entre otras funciones.
Procesión sacerdotal
Previo a la misa, los sacerdotes protagonizaron una procesión desde la iglesia de las Monjas hasta la Catedral de Mérida donde tuvieron un momento de reflexión presbiterial, quienes a su vez reafirmaron sus promesas sacerdotales.
La Misa Crismal es una tradición centenaria
El rito de esta misa, incluye la renovación de las promesas sacerdotales. Tras la homilía, el obispo invita a sus sacerdotes a renovar su consagración y dedicación a Cristo y a la Iglesia.
Juntos prometen solemnemente unirse más de cerca a Cristo, ser sus fieles ministros, enseñar y ofrecer el santo sacrificio en su nombre y conducir a otros a él.
En esta misa crismal no se dice el Credo
Tras la renovación de las promesas sacerdotales se llevan en procesión los óleos al altar; allí, el obispo los puede preparar, si no lo están ya.
En último lugar se lleva el Santo Crisma, portado por un diácono o un sacerdote. Tras ellos se acercan al altar los portadores del pan, el vino y el agua para la eucaristía.
La Misa Crismal es una de las principales manifestaciones de la plenitud sacerdotal del obispo, como el gran sacerdote de su grey y cómo signo de la unión estrecha de los presbíteros con él.
Antes de la misa, docenas de personas acudieron al recinto para confesarse. La Semana Santa vive otra jornada con participación activa de los devotos yucatecos.
