Pedro Infante: Este era el lugar favorito del 'ídolo de Guamúchil' en Mérida
Este lunes 15 de abril se cumplen 67 años de la muerte Pedro Infante al estrellarse su avión en Mérida
MÉRIDA, Yucatán.- Pedro Infante, reconocido actor y cantante de la época de oro del cine mexicano, tuvo entre sus grandes pasiones, a las mujeres, los aviones y a Mérida y todo eso lo siguió hasta el final de su vida, el 15 de abril de 1957, cuando murió en un accidente aéreo en la capital yucateca.
Fue en 1945 cuando el 'Ídolo de Guamúchil' visitó por primera vez Mérida, para una actuación en la Plaza de Toros y desde entonces se prendó de la belleza de la ciudad, lo que confirmó con constantes visitas y al enamorarse de la joven actriz yucateca, Irma Dorantes, con quien se casó en 1953.
La fatídica mañana en que perdió la vida, quien diera vida a Pepe 'El Toro', la avioneta pilotada por Infante, despegó del Aeropuerto de Mérida, con el capitán Víctor M. Vidal y el mecánico de vuelo Marciano Bautista a bordo y tras apenas alcanzar unos 200 metros de altura se desplomó.
'Por un error de maniobra', de acuerdo con el peritaje oficial, la aeronave cayó en el patio de una tienda de la calle 54 Sur y 87, conocida como 'La Socorrito', sin que nadie supiera, durante los primeros momentos, que era el último vuelo de Pedro Infante. Con el paso de los minutos se confirmó la noticia que enluto a todo un país.
El cuerpo del interprete de 'Amorcito Corazón' terminó calcinado, junto con el de los otras dos víctimas mortales, por lo que la única forma de identificarlo fue por una placa de titanio que tenía en la cabeza, colocada después de un accidente previo.
El lugar favorito de Pedro Infante en Mérida
Sobre como era Pedro Infante cuando estaba en Mérida, hay testimonios de que era común verlo caminar por las calles o andar en motocicleta, una Harley Davidson; se sabe que el actor fue el fundado del Motoclub de Mérida. Además muchos dicen que era generoso y ayudaba a las personas que lo necesitaban.
Al pasar tanto tiempo en la 'Ciudad Blanca', era imposible que el sinaloense no tuviera una casa, por lo que tenía sobre la Avenida Itzaes, construida a finales de los años 40. De ahí partió aquel 15 de abril, por lo que entre sus paredes pasó sus últimas horas de vida.
En lo que hoy es el Hotel Boulevard Infante, el ídolo inmortal pasaba tiempo junto a sus hijos y amigos, disfrutando de la gran piscina y en aquel espacio se le podía escuchar cantar y ensayar, lo que era un espectáculo para el que lo presenciara.
Con el tiempo, el inmueble a sufrido cambios, pero a la fecha todavía conserva gran parte de la estructura original, con la esencia de Pedro Infante, además de contar con una galería en su memoria, que es visitada todos los días por las personas que quieren estar un poco más cerca de esta estrella a pesar de que este años se cumplen 67 años de su fallecimiento.
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