¿Fantasma o bruja? la leyenda de Linares que cobra vida en el Puente Negro
Lo que comenzó como el avistamiento de un ave gigante terminó convirtiéndose en una de las leyendas de Linares más escalofriantes.
La leyenda de Linares ha trascendido generaciones en Nuevo León, convirtiéndose en uno de los relatos más estremecedores de la región.
Todo ocurrió, según los habitantes, en los años setenta, cuando un grupo de vecinos regresaba de la feria de febrero, celebrada en la plaza Zaragoza.
Era alrededor de las once de la noche cuando, al intentar acortar camino hacia La Petaca cruzando el temido Puente Negro, vivieron una experiencia que marcaría para siempre la leyenda de Linares.
Los testigos relatan que escucharon un silbido agudo, acompañado de aleteos de lo que parecía un ave enorme. Al entrar al Puente Negro, vieron cómo una criatura alada descendía y se posaba sobre las vías del ferrocarril.
Ante sus ojos, el supuesto pájaro comenzó a transformarse lentamente en una figura oscura y gigantesca, que dio inicio a lo que hoy es conocida como la leyenda de Linares más popular.
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¿Cómo inicia la transformación que dio origen a la leyenda de Linares?
A medida que la figura avanzaba, se reducía de tamaño, adoptando múltiples formas siniestras, hasta convertirse en una silueta humanoide.
Paralizados por el miedo, los vecinos apenas podían respirar. Fue entonces cuando la figura tomó la forma de una anciana encorvada, de cabello blanco y vestida completamente de negro, apoyándose en un viejo bastón de madera.
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¿Es la bruja del Puente Negro la protagonista de la leyenda de Linares?
Al pasar junto a ellos, la anciana advirtió con voz escalofriante: “Tengan mucho cuidado cuando crucen por el puente, porque dicen que aquí se aparece una bruja”. Acto seguido, soltó una risa estridente que retumbó como salida del infierno, confirmando los temores que años después alimentarían la leyenda de Linares del Puente Negro.
¿Por qué esta leyenda de Linares sigue causando temor en la actualidad?
Se dice que la mujer vivía cerca del puente y tenía fama de bruja. Desde entonces, muchos evitan cruzarlo de noche por temor a ver a la figura que muta entre seres oscuros y animales.
La leyenda de Linares continúa viva, y quienes la cuentan aseguran que aún se escucha ese siniestro aleteo antes de que algo se manifieste entre las vías.
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