Tamaulipas protege 154 especies de cactáceas nativas
El estado fortalece programas de conservación ante la pérdida de hábitat y el comercio ilegal de especies únicas de su altiplano.

En el altiplano y matorral de Tamaulipas florece una diversidad vegetal única que durante décadas ha permanecido silente para muchos.
Ahora, gracias a nuevas estrategias estatales impulsadas por la Secretaría de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente de Tamaulipas (SEDUMA), se da un paso firme para proteger al menos 154 especies de cactáceas nativas que representan parte esencial del patrimonio natural del estado.
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La meta es clara: conservar, restaurar y educar para que estas plantas emblemáticas no se pierdan.
¿Por qué son tan importantes estas cactáceas para Tamaulipas?
Estas especies no solo embellecen los paisajes áridos del estado, sino que cumplen funciones ecológicas clave: retienen suelo, regulan microclimas y albergan fauna que depende de ellas. Un estudio técnico revela que en la entidad se registran 154 especies de cactáceas, distribuidas en 39 géneros, lo que representa hasta un 23 % de la diversidad nacional en este grupo vegetal.
El director de SEDUMA señaló que muchas de estas cactáceas son endémicas de zonas tan específicas como el valle de Jaumave o las estribaciones de la Sierra Madre Oriental, lo que las hace altamente vulnerables. Al protegerlas, Tamaulipas también protege su identidad, paisaje y biodiversidad.
¿Qué amenazas enfrentan y qué acciones se están tomando?
Las cactáceas del estado han sido golpeadas por varios factores: el cambio en el uso de suelo, la extracción ilegal para mercado de ornamentales y la falta de regulación en territorios rurales. La SEDUMA reconoció que el saqueo de especies únicas era ya motivo de alarma.
Para contrarrestarlo, se lanzó un programa integral que suma educación ambiental (con más de 1 200 estudiantes involucrados), patrullaje de áreas sensibles, registro de las poblaciones de cactus y sanciones para quienes infrinjan la ley.
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Además, el estado impulsa la participación comunitaria: brigadas locales, talleres escolares y monitoreo ciudadano forman parte de la estrategia para que la conservación no sea solo tarea de las autoridades, sino de la gente que vive en esos paisajes.
¿Qué pueden hacer los ciudadanos para ayudar y cómo se benefician?
Como habitante de Tamaulipas puedes aportar mucho: evita extraer cactus del campo, no compres especies de origen dudoso y denuncia irregularidades; recordar que cada cactus robado significa un eslabón menos en el ecosistema.
Al sumarse a estas acciones, no solo contribuyes a la conservación, sino que también aseguras que futuras generaciones puedan disfrutar esos paisajes, conocer esa biodiversidad y beneficiarse de ecosistemas saludables. También ayudas a mantener el ecoturismo local y el valor biocultural que estas plantas tienen para muchas comunidades del altiplano.
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Con estas medidas, Tamaulipas se coloca entre los estados que más están avanzando en la protección de su flora xerófita. Las 154 especies de cactáceas son, en realidad, un símbolo de resiliencia, de identidad y de responsabilidad compartida. Y ahora tienen un aliado más poderoso: una estrategia estatal que apunta a que no desaparezcan.