
Publicado el
De las redes a la diplomacia: los riesgos de una marca personal incongruente
¡Qué escandalazo se armó con el nombramiento de Genaro Lozano como Embajador Plenipotenciario de México en Italia!
¡Qué escandalazo se armó con el nombramiento de Genaro Lozano como Embajador Plenipotenciario de México en Italia!
Y no es para menos…
Cuando construyes una marca pública tan visible, cada palabra y cada tuit pueden volverse boomerangs políticos.
Mira, lo digo con respeto: he tenido intercambios intelectuales indirectos con Genaro, sobre todo a través de amistades en común. Es alguien con quien se puede dialogar.
Sin embargo, su proceder público —particularmente en redes— ha sido polémico y polarizante.
Y aquí no se trata de su vida privada ni de su activismo, que están amparados por la libre expresión.
Se trata de algo mucho más estratégico: la reputación digital y la congruencia de marca personal.
Desde la consultoría, este caso nos deja tres lecciones muy claras:
- Uno: Lo digital no se borra.
Cada tuit, cada publicación, cada live… se queda.
Y si no tienes una estrategia clara de marca personal, ese historial puede convertirse en tu peor enemigo.
- Dos: La congruencia lo es todo.
Si tu discurso como comentarista o activista fue uno… y como figura diplomática es otro totalmente distinto, pierdes autoridad moral y legitimidad pública.
- Tres: Tu web personal es tu refugio digital.
Las redes sociales pueden cambiar o desaparecer, pero una página web bien construida sella tu narrativa, tu ideario y tu trayectoria en una casa propia.
Este escándalo no es solo sobre Genaro Lozano.
Es sobre cómo se construye, sostiene… o destruye una marca personal en la era digital.
Y más vale que todos los que aspiran a cargos públicos lo entiendan desde hoy.
¿Tú qué opinas? ¿Crees que Genaro Lozano estaba listo para ese nombramiento? ¿O fue un error de cálculo político?
Déjame tu opinión aquí abajo. Armemos este debate con estrategia.
Soy David Dorantes, conferencista, coach y consultor en comunicación…
y recuerda: todos los días se construye el éxito, y el error también.