Mundial 2026 Cronometro
000000000
Facebook POSTAX POSTAInstagram POSTAYoutube POSTATikTok POSTA
CDMX

El punto incómodo

Este tema un tanto complejo engloba nuestros propios límites frente a personas que queremos y que nos importan


Publicado el

Copiar Liga
Síguenos en Google Discover - POSTA MX

Por:

Hola qué tal, yo soy Carolina Hernández y este es Sin Esdrújulas tu micro mini podcast en el que escribo cosas que luego leo y luego tú me ves leer aunque no coincidas con lo que digo.

Y de eso te voy a hablar, porque hay un punto incómodo y casi insoportable en prácticamente todas las relaciones humanas: cuando alguien a quien queremos hacer algo que para nosotras es innegociable.

No hablo de simples diferencias de opiniónHablo de acciones que tocan fibras éticas, políticas y emocionales. Líneas que nos juramos no cruzar.

Pero que aun así, ahí estamos: sintiendo amor, cariño, abrazando la historia compartida… todo eso, junto a una punzada de decepción que no sabemos dónde colocar.

Te puede interesar....

El sentido común

¿Defender nuestras convicciones o una relación?

La cosa es que es una ilusión creer que el cariño tiene un interruptor que puede encenderse y apagarse a placer. No lo tiene, te lo digo de una vez. Mucho de lo que pensamos que es “innegociable” termina no siéndolo en el terreno afectivo. Y nos confunde.

Porque, en el fondo, nos gustaría sostener la idea de que “si alguien viola un principio mío, dejo de quererle”, porque eso nos haría sentir coherentes, políticamente consistentes, moralmente sólidas.

El problema es que la vida no está diseñada para nuestra coherenciaLa disyuntiva entre defender nuestras convicciones o defender una relación afectiva es dura. Porque ambas tienen argumentos válidos.

Pero quizá el error es pensar que hay que elegir una. Porque sucede que querer a alguien nos obliga a aceptar que eso siempre implica ensuciarse un poco: tolerar, negociar, callar, confrontar, perder, volver a mirar.

Te puede interesar....

¿Cuántas versiones tienes?

Y no lo hacemos por falta de claridad ética, por debilidad moral; lo hacemos porque las querencias son un ecosistema más complejo que la lógica binaria de nuestras posturas éticas o políticas.

¿Cuál es el punto incómodo?

El punto ciego aparece cuando intentamos resolverlo con moralismo: “Si soy firme, debería alejarme”. Ese es un falso dilemaLo que realmente nos está doliendo no es la acción ajena; es enfrentarte a nuestros propios límites.

Es sentir que ese no negociable es más flexible de lo que nos gustaría. Es enfrentarnos a la pregunta incómoda y dolorosa de si esto nos define o no, si defendemos un principio o defendemos la imagen que tenemos de nuestra propia integridad.

Así que, quizá y solo quizá, la verdadera negociación no es con la otra persona, sino con nosotras mismas. La negociación de aceptar que podemos amar y al mismo tiempo estar en desacuerdo. Que podemos sostener una relación y a la vez sostener una postura.

Te puede interesar....

Scroll infinito

Que podemos marcar un límite sin cortar un vínculo. O incluso lo contrario: que podemos elegir, tomar distancia sin que eso signifique renunciar al cariñoPorque no todas las relaciones están hechas para sobrevivir a las diferencias.

Y eso también es parte de ellas. A veces el afecto es más resistente que nuestros marcos éticos y a veces no. Y está bien. Lo importante no es elegir entre amor o convicción; es no mentirte sobre por qué eliges lo que eliges.

En el fondo, quizá la pregunta no es “¿qué hago con la gente que quiero cuando hace algo innegociable?”. Si no, ¿qué hago conmigo misma cuando descubrir esto? Porque ahí está la grieta, pero también la honestidad. ¿Te ha pasado?

Te puede interesar....

“OH, MY GOSH”

Síguenos en Google News
General