Lo mejor de la información de México y el mundo
Facebook POSTAX POSTAInstagram POSTAYoutube POSTATikTok POSTA
CDMX

“OH, MY GOSH”

Al cambiar de idioma o incluso de entorno social, no solo modificamos las palabras que usamos, sino también el color sonoro de nuestra voz, en un esfuerzo por integrarnos mejor.


Publicado el

Copiar Liga

Por: Carolina Hernández

Hola, ¿qué tal?, este es Sin Esdrújulas tu micro mini podcast en el que escribo cosas que luego leo y luego tú me ves leer reconociendo ampliamente mi voz.

Pero resulta que si tú me escucharas, por ejemplo, hablar en inglés… aparte del cringe que te daría, quizá notarías que mi voz no es exactamente la misma. Te explico.

¿Has escuchado a personas que hablan varios idiomas y de repente en español su voz no se escucha igual que en inglés o en coreano o en italiano?

Pues resulta que según la lingüística, esta percepción no es subjetiva: nuestros cuerpos, cerebros e incluso nuestras identidades se adaptan distinto dependiendo de cada idioma.

Es como si fuéramos varias personas dependiendo de qué diferente idioma hablemosSegún un estudio de la Universidad de Stirling, Escocia, el motivo es bastante sencillo de explicar.

¿Por qué las personas cambiamos el tono de voz al hablar otros idiomas?

Las personas al ser seres sociales intentamos adaptar nuestro tono de voz dependiendo de con quién estamos hablando.

Esto lo hacemos para facilitar la comunicación con la otra persona, entonces, dependiendo de un idioma o de otro, intentaremos adaptarnos lo mejor posible al tono y fonética de ese idioma.

Este fenómeno es conocido como acomodación comunicativa y tiene como objetivo facilitar la comprensión mutua y generar empatía o conexión.

No solo adaptamos nuestro vocabulario, sino también el tono, la entonación y la frecuencia de la voz, aspectos que muchas veces modificamos de manera inconsciente.

Te puede interesar....

No todo el dolor enseña

¿Cuándo se vuelve más evidente el cambio en el ton de voz?

Cuando aprendemos o utilizamos otro idioma, esa adaptación se vuelve aún más evidente. Intentamos reproducir no solo los sonidos específicos del nuevo idioma, sino también su melodía general: el ritmo, la cadencia y la altura promedio del habla.

Cada lengua tiene una frecuencia media característica, determinada por factores acústicos, fisiológicos y culturales. Esta frecuencia influye en cómo percibimos el idioma y en cómo ajustamos nuestra voz para hablarlo.


Es como que un “chinga tu madre” suena mejor en portugués que un te amo en alemán. Y es que, por ejemplo, justo el alemán, se distingue por un tono más grave y una resonancia más profunda.

Te puede interesar....

Política cotidiana

Por su parte, el inglés tiene una frecuencia más alta que la del español, por eso cuando hablamos inglés, que no es nuestra lengua madre, parece que elevamos ligeramente el tono para sonar “naturales”.

OH, MY GOSH

En resumen, al cambiar de idioma —o incluso de entorno social— no solo modificamos las palabras que usamos, sino también el color sonoro de nuestra voz, en un esfuerzo por integrarnos mejor en la dinámica comunicativa del grupo.

Esta capacidad de adaptación refleja hasta qué punto el lenguaje no es solo un código verbal, sino también una expresión corporal y emocional profundamente social.

Ahora ve y escúchate hablando en otros idiomas para ver qué personalidad te sale.

Te puede interesar....

Amistades de alto mantenimiento

Síguenos en Google News
Noticias Relacionadas