Lo mejor de la información de México y el mundo
Facebook POSTAX POSTAInstagram POSTAYoutube POSTATikTok POSTA
CDMX

Lobos mutantes huevones y amorosos

El vínculo entre humanos y perros trasciende lo emocional.


Publicado el

Por: Carolina Hernández

Hola qué tal, yo soy Carolina Hernández y este es Sin Esdrújulas, tu micro mini podcast en el que escribo y luego leo para consolarnos. Pensé en no bailar, pero busco que este clip consiga que no dejemos de bailar, incluso en los momentos de oscuridad.

Les cuento. Un querido amigo está pasando por uno de los procesos más dolorosos para quienes tenemos animales de compañía.

Su perro tiene un diagnóstico definitivo y mortal, enfrentarnos a esos episodios es devastador. Este video no es para hablar del dolor es para hablar de uno de los vínculos afectivos más poderosos que tenemos.
Con datos bebé, no solo con emociones, porque existe evidencia científica que sugiere una conexión biológica y neuronal entre humanos y perros.

Te puede interesar....

Ritual Digital Ecológico

Investigaciones recientes sugieren que cada vez que un perro mira a su humano, ambos pueden experimentar una sincronización cerebral, es decir, un fenómeno de actividad neuronal coordinada que podría explicar por qué los humanos sentimos un apego tan profundo por ellos. Este descubrimiento abre una puerta a comprender los vínculos emocionales de una manera que hasta ahora solo se había explorado entre humanos.

El estudio de la Academia China de Ciencias de la Universidad de Pekín, publicado en la revista Advanced Science, destaca que esta conexión se produce a través de la sincronización de ondas cerebrales en ambas especies cuando comparten una interacción visual.

Ponle pausa a esto y ve a ver a tu perro ahora mismo y ahorita le sigues. Los investigadores aseguran que esta es una prueba más de que los perros son capaces de interpretar las emociones humanas y reaccionar en consecuencia, un rasgo distintivo de su evolución junto a nosotros. Y es que los perros fueron el primer animal domesticado de la historia. Nosotras y ellos entrelazamos nuestros destinos evolutivos hace unos 15 mil años, cuando establecimos una relación simbiótica como casi nadie en el mundo animal. Una rareza hermosa.

Te puede interesar....

El cansancio emocional

Sí, sus ancestros son los lobos a quienes domesticamos y mutaron genéticamente. Lobos mutantes huevones, como bien dice el manix Carlos Ballarta.

Aquí un dato interesante. Hay un reportaje publicado en El País que cita al genetista Dimitri Belyaev quien cuenta que algunos lobos de la Edad de Piedra mostraron una inclinación natural por hacerse amigos de aquellos extraños simios que se extendían por el mundo. Se entendían no solo a la hora de cazar, sino para jugar o darse cariño. Al mirarse, ambos se sentían extrañamente bien.

Estos lobos fueron acercando más y más a los humanos y decidieron quedarse cerca, y resultó ser para siempre.
O sea, lo que dice este broder y sostienen muchos especialistas, es que el perro no fue domesticado, sino que algunos lobos se auto domesticaron y acabaron convirtiéndose en perros. O sea que nos escogieron ellos a nosotros. Por eso, cuando uno de esos lobos mutantes huevones y amorosos se nos dejan, hay algo dentro de nuestra existencia que se fractura.

Te puede interesar....

Abandonamos a las palomas

Porque no solo es un perro es nuestro hogar, nuestra paz, nuestro espejo. Sin embargo, a diferencia de nosotros los perros no temen a la muerte. No la imaginan como un fantasma que viene de lejos.
Investigaciones etológicas y neurológicas sugieren que los perros no conceptualizan la muerte de forma abstracta. Viven en el presente. Saben del dolor, del cambio, del cansancio… pero no de la tragedia futura.
Tu perro no tiene miedo de morir. Él solo está viviendo.


Él no sabe que sus días están contados, pero sí sabe que cada caricia tuya es un refugio. Que el sol de hoy es el único que importa. Que tu olor le trae calma. Y que su cama, tu voz, tus manos, son el centro de su mundo.
Ayudarles a nuestros compañeros a transitar sin dolor es uno de los actos de amor más poderosos.
Soltarlos, aunque un pedazo de nuestro ser se vaya con ellos, es la forma más generosa honrarlos.

Síguenos en Google News
Noticias Relacionadas