Esta escondida biosfera y reserva natural tiene el tamaño de la CDMX, está en Yucatán y pocos la conocen
En la Península de Yucatán existe un reserva natural que sirve como santuario marino de uno de los peces más grandes del mundo
En el corazón del Caribe Mexicano, muy cerca de la costa norte de Quintana Roo, se encuentra una joya natural casi secreta conocida como la Reserva de la Biosfera Tiburón Ballena.
Con una extensión de 145,988 hectáreas, prácticamente el mismo tamaño que la Ciudad de México, esta área protegida es única en el mundo, ya que está dedicada exclusivamente a la conservación del tiburón ballena, el pez más grande del planeta.
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¿Cuánto mide la reserva natural de la Biosfera Tiburón Ballena?
La Reserva de la Biosfera Tiburón Ballena abarca 145,988 hectáreas, una dimensión comparable a la CDMX, que mide 149,500 hectáreas. Este extenso santuario marino fue decretado en 2009 y se localiza entre los municipios de Isla Mujeres, Lázaro Cárdenas y Holbox, justo al norte de la Península de Yucatán.
Es un ecosistema vital para la conservación de especies marinas como manta rayas, delfines y otros tiburones.
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¿Cuánto cuesta entrar a la Biosfera Tiburón Ballena?
El acceso a la reserva tiene un costo de $215 pesos mexicanos y está abierto todos los días de 7:00 a 18:00 horas. La mejor temporada para visitarla es de mayo a septiembre, cuando cientos de tiburones ballena migran a esta zona para alimentarse. Para una experiencia más completa, muchos viajeros optan por pernoctar en la Isla de Holbox, desde donde parten tours guiados.
¿Cuáles son las características del tiburón ballena?
El tiburón ballena (Rhincodon typus) puede medir más de 12 metros de largo y pesar hasta 21 toneladas, semejante al tamaño de un autobús o un avión pequeño. A pesar de su imponente apariencia, es un gigante dócil e inofensivo, que se alimenta principalmente de plancton, calamares y sardinas.
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Este pez se distingue por su piel gris con manchas blancas únicas, que permiten identificarlos individualmente. A menudo se le llama “pez dominó” por estos patrones. Su comportamiento es solitario, aunque puede compartir espacio con otros ejemplares sin problema.
Nadar con un tiburón ballena es una experiencia transformadora. Pero para hacerlo, es fundamental contratar operadores autorizados y respetar las reglas de conservación. México tiene el privilegio de ser uno de los pocos lugares en el mundo donde estas criaturas pueden observarse en libertad, y protegerlas es responsabilidad de todos.
