Este pueblo fantasma de Yucatán es perfecto para jugar gotcha a otro nivel
Descubre cómo jugar gotcha en el misterioso pueblo fantasma de Misnebalam, Yucatán
Jugar al gotcha o paintball es una actividad muy popular para todas las edades. Este juego táctico es muy popular en muchas partes del mundo y en Yucatán existe una experiencia que no te puedes perder.
Yucatán es conocido por sus experiencias únicas, desde los maravillosos cenotes hasta las impresionantes zonas arqueológicas, mayas y haciendas. Pero, adicional a esto, le puedes sumar otra experiencia a otro nivel: jugar gotcha en un pueblo fantasma real.
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¿Dónde queda el pueblo fantasma perfecto para jugar gotcha?
Entre los destinos ideales para disfrutar de una buena partida de paintball se encuentra Misnebalam, que con sus edificios abandonados crea el escenario para partidas a otro nivel.
Este destino, famoso por sus leyendas locales, se ha vuelto el campo de juego preferido tanto para jugadores de gotcha como para los de airsoft, otra actividad con gran presencia en Yucatán.
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¿Qué se necesita para jugar gotcha?
Para disfrutar de una partida de gotcha, es indispensable contar con una marcadora de paintball (el arma que lanza las bolas de pintura), así como una máscara o careta que proteja completamente el rostro, especialmente los ojos.
Es recomendable usar ropa cómoda y resistente, preferiblemente de manga larga, además de equipo adicional que proteja zonas sensibles del cuerpo. También es útil llevar guantes y una bufanda o pañuelo para mayor seguridad y confort durante el juego.
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¿Cómo llegar al Pueblo Fantasma de Misnebalam?
Misnebalam se localiza a solo 18 kilómetros de Mérida, Yucatán, y es ideal para quienes buscan vivir una experiencia cargada de misterio.
Este antiguo poblado, ahora considerado un “pueblo fantasma”, forma parte de la comisaría de Santa María Yaxché y se ubica muy cerca de la carretera Mérida-Progreso.
Para llegar, toma la carretera con dirección a Progreso y, al llegar al kilómetro 17, encontrarás una desviación. Desde ese punto, deberás recorrer aproximadamente 5 kilómetros por un camino de terracería hasta llegar a las ruinas del sitio. El trayecto es sencillo y bien conocido entre los amantes de lo paranormal y los exploradores de lugares abandonados.
