Rescatan manatí bebé en playas de Yucatán; es el segundo en una semana
El avistamiento de estos animales es raro en Yucatán y es la segunda cría de manatí recala en las playas en una semana
A través de redes sociales, el equipo del Programa de Investigación y Conservación de Mamíferos Marinos de Yucatán de la UADY, informó de la atención al varamiento de una cría de manatí del Caribe (Trichechus manatus)
Este rescate de este animal se logró gracias al reporte de pescadores y con la colaboración de personal de la Profepa, la Policía Municipal del puerto y de la Sra. Arelda Chay del Club de la Tortuga.
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¿Dónde rescataron a la cría de manatí en Yucatán?
No es el primer reporte del recale de un manatí bebé en las playas de Yucatán, pues todavía el pasado 4 de junio se registró el hallazgo del cuerpo sin vida de un ejemplar, en el puerto de abrigo de Telchac Puerto.
Este último también ocurrió en Telchac Puerto, pero se logró mantener con vida a la cría. Al momento se desconocen las razones por las que se alejó de su madre y quedó varada en la playa.
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¿Es normal el avistamiento de manatíes en Yucatán?
Ver manatíes en Yucatán es poco común, pero no imposible. Es una especie protegida y se encuentra, principalmente, en Reservas de la Biosfera como Ría Lagartos o Ría Celestún, así como en El Cuyo.
Habitan en zonas con aguas tranquilas, dulces o saladas, como ríos, lagunas costeras, cenotes conectados al mar y manglares. Aun así, el avistamiento de un manatí es algo especial y debe reportarse a las autoridades ambientales.
Hace un mes se captó un ejemplar en Chuburná Puerto y el año pasado hubo avistamiento de manatíes en las cuevas de un cenote de la península de Yucatán; lo que advertiría el peligro de su hábitat natural.
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¿Por qué no se debe acariciar a un manatí?
Al ser criaturas amigables y dóciles, los manatíes suelen llamar la atención de las personas que buscan acariciarlos, pero hay una razón de peso para no hacerlo y así cuidarlos de situaciones de peligro.
El manatí es una especie en peligro de extinción, por lo que al acariciarlos se pueden acostumbrar a los humanos, lo que los hace vulnerables a situaciones de riesgo, incluso a contraer alguna enfermedad.
