Puesto de sastrería. Foto: Canva
La gentrificación cultural en CDMX: desaparición de oficios tradicionales en barrios históricos
El sonido rítmico de una máquina de coser que ha vestido a generaciones de una misma familia o el olor a cuero y pegamento de una zapatería con medio siglo de historia están desapareciendo del paisaje sonoro y olfativo de los barrios más emblemáticos de la Ciudad de México.
No son víctimas de una crisis económica tradicional, sino de un fenómeno más silencioso y profundo: la gentrificación cultural, que está reemplazando oficios tradicionales por negocios de moda, amenazando con borrar una parte fundamental de la identidad capitalina.
¿Qué colonias son las más afectadas de la gentrificación?
En colonias como la Roma, Condesa, Juárez y, más recientemente, San Rafael y Santa María la Ribera, la transformación es palpable.
Donde antes había una tlapalería, una sastrería o un taller de reparación de electrodomésticos, hoy se erige una cafetería de especialidad, una galería de arte contemporáneo o una boutique de diseño.
Este cambio, impulsado por la llegada de nuevos residentes con mayor poder adquisitivo, turistas y nómadas digitales, ha disparado la plusvalía y, con ella, las rentas de los locales comerciales a niveles impagables para los antiguos inquilinos.
¿Cuáles son los oficios que desaparecieron por nuevos negocios?
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Zapaterías (reparación de calzado): Uno de los oficios más golpeados. Las reparadoras de calzado, que fomentaban una cultura de durabilidad, no pueden competir con las rentas de locales que ahora superan los 25,000 pesos mensuales en zonas como la Roma-Condesa.
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Sastrerías y costurerías: Los talleres de arreglos de ropa y confección a medida han sido reemplazados por boutiques y tiendas de marcas internacionales. El servicio personalizado y artesanal de sastres y costureras es menos demandado por los nuevos habitantes y turistas.
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Tlapalerías y ferreterías de barrio: Estos pequeños comercios que ofrecían soluciones prácticas a los vecinos (desde un tornillo hasta pintura) están siendo sustituidos por tiendas de conveniencia, de diseño o concept stores. Su modelo de negocio, basado en un amplio inventario de bajo costo, se vuelve inviable ante las altas rentas.
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Talleres de reparación de electrodomésticos y electrónicos: Similar a las zapaterías, estos talleres promueven la reutilización. La gentrificación trae consigo una población con mayor poder adquisitivo que a menudo opta por comprar aparatos nuevos en lugar de reparar los existentes.
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Cocinas económicas y fondas tradicionales: Son uno de los símbolos más visibles del desplazamiento. Han sido reemplazadas masivamente por restaurantes "gourmet", cafeterías de especialidad y bares de mixología con menús en inglés, dirigidos a turistas y "nómadas digitales". La comida corrida, base de la alimentación de los antiguos residentes y oficinistas, pierde su clientela local.
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Papelerías y mercerías: Negocios familiares que servían a las necesidades cotidianas de la comunidad están desapareciendo a medida que la demografía del barrio cambia y las familias con niños son desplazadas por parejas jóvenes o personas solteras con diferentes hábitos de consumo.
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Rotulistas: La tradición del rótulo pintado a mano, que daba una identidad visual única a puestos y locales, ha sido afectada directamente por normativas, como la implementada en la alcaldía Cuauhtémoc, que buscaba homogeneizar la imagen urbana, borrando el trabajo de estos artistas populares para sustituirlo por logotipos oficiales o diseños genéricos.
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Peluquerías y Estéticas de Barrio: Las peluquerías tradicionales, que también funcionaban como centros de socialización vecinal, enfrentan la competencia de franquicias y salones de belleza de lujo con precios mucho más elevados. Un estudio de la Canacope CDMX reportó el cierre del 22% de estos negocios en zonas de alta gentrificación.
Causas principales del desplazamiento:
- Aumento Exponencial de Rentas
- Cambio en la Base de Clientes
- Especulación Inmobiliaria
- Turistificación: La transformación de viviendas en alquileres de corta estancia (como Airbnb) no solo desplaza a los residentes, sino que también fomenta la aparición de negocios orientados exclusivamente al turista, eliminando los servicios para la vida cotidiana del barrio.