Galería | Fotos antiguas muestran cómo era La Paz, Baja California Sur en los años 80
Recorre La Paz de los años 80 a través de las imágenes del fotógrafo Manuel Arellanos Palomino, que retratan sus calles, comercios y el ambiente que definió a la capital sudcaliforniana.
La Paz, capital de Baja California Sur, ha experimentado profundas transformaciones a lo largo de su historia. Sin embargo, pocos periodos marcaron tanto su identidad como la década de 1980.
Entre el auge turístico, la consolidación de su vida cultural y los cambios urbanos que la definieron, la ciudad comenzó a proyectarse como el corazón político y económico del joven estado.
En esta galería fotográfica, bajo la lente del fotógrafo sudcaliforniano Manuel Arellanos Palomino, se retrata la vida cotidiana paceña hace más de cuatro décadas.
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Así era La Paz cuando el turismo apenas comenzaba a crecer
A inicios de los ochenta, La Paz era todavía una ciudad pequeña, de ritmo pausado y carácter provinciano. La actividad económica giraba en torno a la pesca, el comercio local y el incipiente turismo nacional.
Fotografías del malecón muestran un litoral limpio, con palmeras jóvenes, bancas de cemento y el tradicional quiosco blanco frente al mar. En la bahía podían verse embarcaciones de la Marina y pequeños barcos de pesca artesanal, una ciudad que empezaba a mirar hacia el turismo como motor de desarrollo, impulsada por las nuevas carreteras y los primeros vuelos regulares.
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La Paz: calles, comercios y recuerdos de una ciudad sin prisas
El centro histórico paceño lucía una arquitectura colonial sencilla, con portales de piedra, locales familiares y fachadas cubiertas de letreros pintados a mano.
Entre los comercios más recordados destacan La Sirena, El Bazar, La Perla de La Paz, la Librería Ramírez, y tiendas como Futura o Beauty Supply, puntos de reunión cotidiana donde la gente compraba, conversaba y se saludaba por su nombre.
En palabras de algunos paceños que vivieron esa época: “Solíamos llegar a comprar chispas de fresa en la librería Ramírez, ¡qué tiempos aquellos!”, recuerdan con nostalgia.
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Cuando La Paz no tenía semáforos (y nadie los quería)
Durante los ochenta, la ciudad comenzó a expandirse hacia el norte y el sur, y aunque el tráfico era escaso, ya se perfilaban los primeros problemas de movilidad.
La Paz vivió una época sin semáforos, y muchos habitantes se oponían a instalarlos porque “no hacían falta”, el tránsito se regulaba con cortesía y paciencia.
Las imágenes de la época muestran avenidas transitadas por camionetas Ford y sedanes grandes de los setenta, estacionados frente a fachadas que hoy son parte de la memoria urbana.
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1980: la década que definió la identidad de la capital sudcaliforniana
Los años ochenta fueron también la década en que La Paz afirmó su papel como capital de un estado joven, formado apenas en 1974. Esto trajo consigo un auge en la construcción de edificios públicos, escuelas, y una vida cultural más activa.
La Plaza Constitución, el malecón y las primeras cafeterías se convirtieron en puntos de encuentro social. En los barrios, el ambiente era distinto, según registros y testimonios de la época, algunos como El Esterito, El Santuario, El Manglito o La Ladrillera eran reconocidas por su fuerte identidad popular y por la presencia de pandillas juveniles que marcaban el territorio.
Entre música, fiestas callejeras y rivalidades, surgieron grupos como Los Calambres o Los Pocholes, influenciados por estilos fronterizos y una cultura urbana en formación.
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La nostalgia paceña que sigue viva cuatro décadas después
Hoy, esas imágenes capturadas por Manuel Arellanos Palomino funcionan como una cápsula del tiempo. Reflejan una ciudad que, aunque más pequeña y sencilla, tenía una fuerte vida comunitaria y un ritmo que marcó a generaciones.
Las calles empedradas, los autos antiguos y los locales familiares son ahora parte de la memoria colectiva paceña, testimonio de un pasado que sigue presente en el carácter amable y tranquilo de su gente.




















