¿Sabías que en Baja California Sur también se hacen buenos vinos?
La Vinícola El Vizcaíno, ubicada al norte del Municipio de Mulegé, comenzó en 2017 como un proyecto familiar de 2 hectáreas para diversificar cultivos frente a la baja rentabilidad de trigo, maíz y frijol.

Baja California Sur no solo es conocida por sus playas y paisajes desérticos, sino también por su incipiente pero creciente producción de vino.
En el norte del estado, familias campesinas están apostando por la viticultura como alternativa a los cultivos tradicionales, explorando sabores únicos que reflejan la historia y el clima del desierto.
Te puede interesar....
Baja California Sur, un lugar donde se producen vinos de calidad
Ubicada en el ejido Díaz Ordaz, en el Valle de Vizcaíno, la vinícola El Vizcaíno es un proyecto familiar que surgió como una alternativa ante la falta de rentabilidad de los cultivos tradicionales como el trigo, el maíz y el frijol, afectados ,entre otros factores, por los altos costos de transporte.
Ante este escenario, la familia decidió apostar por la viticultura e inició con un pequeño viñedo de apenas dos hectáreas.
Con el apoyo de enólogos y agrónomos, los productores aprendieron técnicas de vinificación modernas y hoy cuentan con vinos competitivos de alta calidad que reflejan el carácter del desierto sudcaliforniano.
Te puede interesar....
Seis etiquetas que muestran la calidad del vino en Mulegé
La bodega produce actualmente seis etiquetas de vino de primera calidad que pronto saldrán al mercado. Entre ellas destaca la variedad Misión, cuyas parras fueron traídas a América por los españoles durante la conquista y llegaron a la California jesuita en tiempos de la evangelización.
A trescientos años de distancia, esta cepa se ha adaptado perfectamente al clima seco y desértico de la península.
También elaboran vinos con uvas Cabernet Sauvignon, Tempranillo y Shiraz, que van desde propuestas jóvenes y frutales hasta opciones más complejas, maduradas durante veinte meses en barricas de roble francés y americano.
Cada botella busca ofrecer una experiencia sensorial única, integrando sabores y aromas que reflejan la región desértica de Mulegé.
Te puede interesar....
El vino como experiencia sensorial del desierto sudcaliforniano
“El vino no solo se bebe, también se vive”, expresó uno de los productores, asegurando que basta abrir una botella de Vizcaíno para disfrutar de los aromas del desierto desde el humo de una leña de copalquín hasta la flor del datilillo, pasando por la arena y las piedras secas del monte, en lo que los franceses llaman terroir.













