Reapropiación de espacios industriales de CDMX: fábricas viejas convertidas en centros culturales
Estos lugares se han convertido en una sensación para la ciudadanía, descubre más sobre lo que hay detrás de esto.

La Ciudad de México es un espacio que nunca deja de tener cambios. Sus calles, barrios e inmuebles cuentan historias de épocas pasadas, y algunos de ellos hoy se reinventan como museos, galerías y centros culturales.
Esta tendencia rescató viejas fábricas abandonadas (aunque otras siguen en pie como la del Oso) y las ha integrado al ecosistema cultural de la capital, generando un impacto social, económico y artístico de gran alcance.
¿Por qué se usan ex fábricas y no nuevos espacios?
Invertir en la compra o renta de un inmueble para el arte siempre implica un riesgo. Sin embargo, las viejas fábricas han resultado ser la alternativa más viable.
Su valor de mercado suele ser más accesible que el de construcciones nuevas, lo que permite a galerías, colectivos y proyectos culturales rentabilizar sus propuestas sin perder ubicación estratégica.
Te puede interesar....
Además, al instalarse en barrios populares o zonas céntricas en deterioro, estos proyectos logran algo más que un espacio para el arte: se convierten en motores de regeneración urbana.
Es decir, reactivan colonias olvidadas, atraen visitantes, generan empleos y acercan la cultura a sectores con menor acceso a ella. De hehco, aparte de ex fábricas en CDMX, también existe un lugar lleno de artesanías que anteriormente era una fortaleza militar.
¿Cuáles son las ex fábricas convertidas en espacios culturales en CDMX?
Galera
Antigua imprenta, restaurada por el arquitecto Alejandro D’Acosta, hoy es un espacio multidisciplinario con foro para 800 personas, biblioteca, restaurante, estudio de grabación, radio en línea y tienda de vinilos.
- Ubicación: Calle Dr. Carmona y Valle, 147, Doctores.
Ex Fábrica de Pólvora
Construida en 1779, fue clave en la producción de pólvora para minas y armamento. Actualmente, es un espacio cultural abierto al público los fines de semana, rodeado de naturaleza en Santa Fe.
- Ubicación: Bandera, Industriales Militares de Sedena, Álvaro Obregón.
Te puede interesar....

Laguna
Antigua fábrica de textiles de los años 20, operó hasta 2015. A la fecha alberga más de 19 propuestas creativas de diseño, gastronomía y arquitectura, con programas comunitarios y talleres de oficios.
- Ubicación: Doctor Lucio 18, Doctores.
Ex Fábrica de Harina
De molino industrial a espacio cultural alternativo, hoy es sede de talleres, exposiciones, arte urbano y hasta espectáculos de terror como el Scream Park Carnival.
- Ubicación: Primavera 106, Ángel Zimbrón.
Museo Nacional de San Carlos
Este inmueble, diseñado por Manuel Tolsá, fue residencia, sede diplomática y hasta oficina de la Lotería Nacional antes de convertirse en museo en 1968. Hablando de ex fábricas en la CDMX y de transformación, un caso similar a este fenómeno es el de este edificio que antes era un set de películas.
- Ubicación: Av. México-Tenochtitlán 50, Tabacalera.
Ex Convento del Desierto de los Leones
De monasterio carmelita y cuartel militar, a fábrica de vidrio donde se producían monedas falsas. Actualmente, es un parque nacional y centro cultural abierto al turismo y al deporte.
- Ubicación: Carretera Toluca-México, La Venta.
¿Cuáles podrían ser las razones detrás de esta transformación en CDMX?
Este hecho podría estar surgiendo por diversas razones y estas podrían ser algunas de ellas:
- Regeneración urbana: rescatar inmuebles históricos, evita su deterioro y revitaliza barrios enteros.
- Costos accesibles: rentar o comprar antiguas fábricas es más barato que construir desde cero. Impacto cultural y social: acercan la cultura a comunidades marginadas y crean espacios de inclusión.
- Memoria arquitectónica: preservan el patrimonio urbano y lo reinterpretan para nuevas generaciones.
¿Qué beneficios sociales y culturales trae la transformación de ex fábricas a centros culturales?
Estos espacios no solo son museos o galerías; son puntos de encuentro comunitario. Promueven la inclusión, ofrecen talleres multidisciplinarios y generan cohesión social.
Además, permiten que la población acceda a propuestas culturales sin necesidad de trasladarse a zonas exclusivas. Un modelo de ciudad creativa, la transformación de fábricas en centros culturales es también un motor económico.
Genera empleos, impulsa la economía creativa y abre oportunidades a artistas y emprendedores.
Te puede interesar....