Esta es la montaña de Coahuila que une a dos estados: tiene una cresta de 22 kilómetros
Esta montaña une los estados de Coahuila y Nuevo León y es un atractivo para muchos turistas

En la Sierra Madre Oriental, entre los estados de Coahuila y Nuevo León, se encuentra El Coahuilón, una montaña emblemática cuya cresta se extiende aproximadamente 22 kilómetros con orientación este-oeste.
Se ubica en los municipios de Arteaga (Coahuila) y Rayones (Nuevo León), justo al noreste de la comunidad de Mesa de las Tablas
Esta característica geografía la convierte en una de las formaciones más largas de la región.
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¿Qué hace única a la cresta de 22 kilómetros del Coahuilón?
La cresta del Coahuilón es una de sus señas distintivas, extendiéndose a lo largo de 22 kilómetros y conectando diversos ecosistemas que varían según la orientación de sus laderas.
En la ladera norte predomina un bosque de coníferas con especies como pino ayacahuite, pino de las alturas, piñón mexicano, abeto y picea, mientras que en la ladera sur se encuentra un matorral xerófilo adaptado a condiciones más secas.
Esta diversidad vegetal alberga también fauna local que depende de estos hábitats para sobrevivir.
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¿Cuáles son los retos para quienes desean escalar El Coahuilón?
El ascenso a la cima de El Coahuilón, que alcanza los 3,575 metros sobre el nivel del mar, es un desafío para montañistas de nivel intermedio a avanzado.
La ruta tradicional inicia en el poblado de Mesa de las Tablas, a unos 2,570 metros, y cubre cerca de 9 kilómetros ida y vuelta con un desnivel positivo de alrededor de 846 metros.
La subida es constante y en varios tramos está expuesta al sol durante aproximadamente una hora y media, lo que exige buena preparación física y protección contra la radiación solar.
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¿Cómo ha impactado el medio ambiente a El Coahuilón y qué se está haciendo para su conservación?
A lo largo de las últimas décadas, El Coahuilón ha sufrido severos incendios forestales, especialmente en 1975 y 1998, que destruyeron grandes extensiones de bosque.
Más recientemente, en 2017 y 2018, nuevos incendios provocados por visitantes afectaron áreas de matorral y encinos, poniendo en peligro la biodiversidad local.
A pesar de estos daños, se han implementado esfuerzos de reforestación y conservación que han mostrado avances, aunque la recuperación total del ecosistema tardará varias décadas.
Entre las medidas para proteger esta zona destacan:
- Reforestación con especies nativas de coníferas y encinos.
- Campañas educativas para prevenir incendios causados por humanos.
- Vigilancia constante para controlar actividades de riesgo.