Leyendas de Saltillo: ¿Qué pasó la noche en que el diablo bailó en el Rodeo Tex Mex?
Entre las leyendas urbanas de Saltillo, Coahuila, destaca un relato ocurrido supuestamente en el antiguo Rodeo Tex Mex
Saltillo, una ciudad envuelta en tradiciones, historia y misterio, guarda entre sus rincones una de las leyendas más escalofriantes del norte de México: la aparición del diablo en el Rodeo Tex Mex.
Han pasado más de dos décadas desde aquella noche, pero el relato sigue vivo en la memoria colectiva, contándose en reuniones familiares, bares y escuelas como advertencia para los más atrevidos.
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¿Cómo comenzó la noche que cambió la historia del Rodeo Tex Mex?
Según cuentan los testigos, era una noche común de rodeo, con música tejana, risas y cerveza corriendo entre los asistentes. En medio de la pista apareció un hombre misterioso, alto, de mirada penetrante y porte impecable. Su atractivo era tal que nadie podía apartar la vista de él.
Sin decir palabra, se acercó a la chica más hermosa del lugar y la invitó a bailar. Ella, halagada y confiada, aceptó sin titubear. Pronto, la pareja se convirtió en el centro de atención: bailaban con una sincronía hipnótica, como si el resto del mundo hubiera desaparecido.
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¿Qué desafío lo delató como una presencia infernal?
Tras varias canciones, el apuesto desconocido le propuso a la joven continuar la velada en otro sitio. Ella, con picardía, le respondió que solo iría con él si antes se atrevía a montar el toro mecánico y resistir sin caer. Él aceptó el reto sin dudar.
La multitud se reunió alrededor del toro mientras el operador aumentaba la velocidad poco a poco. El hombre se mantenía firme, como si no existiera la gravedad. Entonces, una de sus botas salió volando, dejando al descubierto algo imposible de explicar: una pata de cabra.
En ese instante, las luces se apagaron de golpe y un penetrante olor a azufre inundó el ambiente. Los asistentes comenzaron a gritar y huir aterrorizados. La joven comprendió que había estado bailando con el mismísimo diablo.
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¿Cuál fue el destino de la joven que bailó con el diablo?
Desesperada, la mujer corrió hasta su automóvil y emprendió la huida. Sin embargo, su escape fue en vano. A pocos kilómetros del lugar, los frenos del coche fallaron inexplicablemente y se estrelló contra un muro, muriendo al instante.
Desde entonces, muchos aseguran que el diablo cumplió su promesa: llevarse su alma. Algunos vecinos afirman que en noches de luna llena se escuchan risas y música proveniente de aquel antiguo rodeo, y que una figura femenina aún baila sola en la pista, esperando a su eterno compañero de danza.
Una advertencia que sigue viva en Saltillo: no todos los encantos son humanos, y el diablo también sabe bailar.
