Gobierno de Donald Trump viola orden judicial al intentar deportar 8 migrantes a Sudán del Sur
El gobierno estadounidense llamó al juez del caso un "activista de extrema izquierda" por intentar proteger a los migrantes.
Este miércoles un juez federal declaró que el Gobierno de Estados Unidos violó una orden judicial al tratar de deportar inmigrantes a Sudán del Sur, desencadenando una discusión entre el presidente Donald Trump y los jueces que impusieron controles en las políticas de migración.
Bryan Murphy, juez federal de distrito informó que el gobierno estadounidense podrían ser acusados por desacato judicial al violar la orden preliminar, que se dictaminó en el mes de abril.
Foto: Getty Images
Esta orden, impide que la administración pueda enviar a ciudadanos deportados a un país diferente al suyo, sin darles la oportunidad de proyectar alguna duda o preocupación sobre su seguridad.
¿Cuál fue el origen de esta acusación?
Durante una audiencia en Boston, el juez señaló que el Departamento de Seguridad informó que el pasado lunes, siete migrantes podrían ser reportados a Sudán del Sur, declarando que la notificación fue insuficiente.
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En una conferencia de prensa antes de la audiencia, oficiales de seguridad nacional de Estados Unidos informaron que ocho individuos originarios de Cuba, Laos, México, Myanmar, Vietnam y Sudán del Sur estaban siendo deportados.
Estos hombres habían sido sentenciados por homicidio, hurto a mano armada y otros crímenes graves; como el octavo individuo provenía de Sudán del Sur, su deportación no fue un asunto de discusión en el caso presentado ante Murphy.
Foto: Evan Vucci / AP
Murphy comunicó a los oficiales que podrían ser hallados culpables de desobediencia, pero no aplicó sanciones inmediatas a nadie.
El juez señaló que los oficiales deben estar informados de que "cualquier individuo implicado en una deportación ilegal corre el riesgo de ser imputado por desobediencia penal".
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¿Cuál fue la respuesta del gobierno de Estados Unidos ante esto?
Los funcionarios acusaron a Murphy de ser un juez de “extrema izquierda” que intenta proteger a los inmigrantes, a quienes se refirieron como “monstruos”.
En una declaración divulgada después del veredicto de Murphy, la Casa Blanca expresó: "Es otro intento de un juez activista de extrema izquierda de dictar la política exterior de Estados Unidos y proteger a los violentos inmigrantes ilegales y criminales que el presidente Donald J. Trump y su administración han expulsado de nuestras calles".
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