Esta es la superstición de los pescadores tamaulipecos por la que debes evitar silbar sobre un bote
Descubre la superstición arraigada entre pescadores de Tamaulipas sobre silbar en una embarcación. Conoce más sobre las creencias marítimas y tradiciones marineras.

Entre los pescadores de las costas tamaulipecas existe una creencia muy arraigada que más bien se lee a prohibición y que consiste en nunca silbar arriba de una embarcación.
Esta superstición, transmitida de generación en generación, asegura que el silbido puede atraer vientos fuertes, provocar cambios bruscos en el clima o incluso traer mala suerte en la pesca.
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¿Por qué en esta superstición se relaciona el silbido con el viento?
De acuerdo con testimonios de pescadores de la Laguna Madre y poblados costeros como La Pesca en Soto la Marina, así como Tampico- Madero, silbar en el mar equivale a “llamar al viento”.
La tradición tiene raíces en la cultura marinera europea, donde se decía que el silbido imitaba el sonido del aire y podía “despertar” tormentas repentinas, según publicaciones culturales recopiladas por el portal México Desconocido.
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¿Qué riesgos creen que provoca esta superstición?
La principal advertencia es que el silbido puede atraer ráfagas inesperadas, lo que representa un peligro para embarcaciones pequeñas.
De acuerdo a los trabajadores del mar, incluso puede espantar a los peces y arruinar la jornada, una idea que aparece también en recopilaciones de tradiciones orales difundidas por cronistas locales.
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¿Qué otras supersticiones están ligadas a los pescadores y el mar?
- Encomendarse a un santo. En Tamaulipas, como en otros estados costeros, se acostumbra encomendarse a la Virgen del Carmen (patrona de los marineros) antes de zarpar.
- Evitar salir al mar en martes 13. Muchos pescadores creen que iniciar una faena ese día es de mala suerte y puede atraer tormentas o accidentes.
- Las mujeres a bordo traen mala suerte. Una creencia muy antigua (de origen europeo) decía que la presencia femenina en el barco provocaba envidia de los dioses del mar y atraía desgracias. Hoy en día ya está en desuso, pero aún se recuerda como superstición. El primer pez del día debe regresarse al mar. Para asegurar buena pesca durante toda la jornada, algunos devuelven al agua la primera captura como ofrenda de respeto. Evitar nombrar al “diablo” en el mar. Mencionar al demonio o hacer chistes sobre él en medio del océano se considera un riesgo, porque “puede escucharlo” y provocar desgracias.
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