Estos son los delitos más recurrentes en las carreteras de Tamaulipas
Transportistas y viajeros enfrentan una serie de riesgos al circular por carreteras clave de Tamaulipas, desde hay asaltos con violencia hasta desapariciones.
Tamaulipas, uno de los estados con mayor flujo vehicular hacia la frontera norte, enfrenta desde hace años una realidad preocupante en sus carreteras: la comisión constante de delitos que van desde el robo de carga hasta desapariciones forzadas.
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En lo que va del año, diversas denuncias públicas y reportes ante la Fiscalía General de Justicia del Estado de Tamaulipas han revelado patrones que se repiten: grupos armados que interceptan vehículos durante la madrugada, retenes falsos en tramos despoblados y violencia contra conductores que se niegan a detenerse.
¿Cuáles son los tramos más peligrosos para transitar en Tamaulipas?
Entre los puntos más señalados por su peligrosidad se encuentran el tramo San Fernando–Reynosa, donde se han denunciado múltiples desapariciones desde hace más de una década, y la carretera libre Victoria–Monterrey, que sigue siendo escenario de asaltos. Además, en la región cañera de El Mante, varios habitantes han reportado la presencia de hombres armados que bloquean la circulación o exigen “cuotas de paso”.
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El tramo Soto la Marina–Ciudad Victoria también ha sido objeto de múltiples alertas, sobre todo en épocas vacacionales, cuando familias viajan a la costa y son sorprendidas por delincuentes que aprovechan la falta de señal telefónica en ciertas zonas para actuar con impunidad.
¿Qué tipo de delitos se cometen con más frecuencia en las carreteras tamaulipecas?
Según el Observatorio Ciudadano de Tamaulipas y reportes de organizaciones como la Alianza Mexicana de Organizaciones de Transportistas (AMOTAC), los delitos más recurrentes son:
Robo de vehículos de carga
Asalto a particulares
Secuestros exprés
Extorsiones en retenes falsos
Desapariciones forzadas
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Aunque los asaltos a transportistas son los más visibles por su impacto económico, las desapariciones de viajeros —muchas veces sin rastro alguno— son las que más preocupación generan en la sociedad civil. En muchos casos, las víctimas simplemente “se esfuman” en tramos donde no hay cámaras, señal de teléfono o presencia policiaca.
¿Qué hacen las autoridades para proteger a quienes transitan por estas rutas?
La Guardia Estatal y la Guardia Nacional mantienen operativos permanentes en los tramos más conflictivos, como parte del programa “Carreteras Seguras”, el cual incluye patrullajes, bases de operaciones mixtas y monitoreo con drones. Sin embargo, los testimonios ciudadanos señalan que la vigilancia es irregular y, en algunos casos, solo se observa durante ciertos horarios del día.
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Además, se han instalado módulos de atención ciudadana en zonas estratégicas como San Fernando, González y Cruillas, pero los vacíos en seguridad persisten durante las noches. Algunas familias evitan circular por carretera entre las 7 p.m. y las 6 a.m., como una medida informal de autoprotección.
Mientras tanto, las denuncias siguen acumulándose y los familiares de desaparecidos mantienen la exigencia de justicia. La carretera, para muchos en Tamaulipas, dejó de ser sinónimo de conexión y libertad, y se convirtió en un lugar de incertidumbre y miedo.
