El cenote perfecto para disfrutar con niños, a un par de horas de Mérida
Para que toda la familia pueda disfrutar, este cenote en Temozón es perfecto para visitar con niños y que ellos puedan vivir la experiencia

A dos horas de Mérida, en el municipio de Temozón, se encuentra el cenote Hubikú, uno de los mejores cenotes para poder disfrutar en familia, pues es perfecto para los niños vivan la experiencia de estar en uno de estos increíbles cuerpos de agua.
El cenote se encuentra dentro del parque ecológico en el que también se puede visitar una aldea maya, el museo del tequila y disfrutar del restaurante con un servicio tipo buffet, que hacen de la visita algo inolvidable y para repetir.

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¿Cómo llegar al cenote Hubikú?
Llegar al cenote Hubikú desde la capital yucateca no es difícil, solo hay que dirigirse por la carretera federal rumbo a Cancún hasta llegar al pueblo mágico de Valladolid, de ahí, el viaje no dura más de 20 minutos antes de llegar a tu destino.
Desde ahí, se toma la desviación hacia Temozón por la carretera 292 y, al final del pueblo, encontrarás el cenote Hubikú, un cuerpo de agua joven con una perforación de su bóveda que se formó cuando las raíces de un gran árbol colapsaron el techo.
¿Qué hace al cenote Hubikú ideal para los niños?
El cenote Hubikú tiene, entre sus atractivos, agua dulce, cristalina y fresca con una temperatura perfecta para nadar. Para llegar hasta el espejo de agua, hay que bajar por una escalinata de piedra de más de 100 peldaños.
Aunque tiene una profundidad de más de 25 metros, es ideal los niños, pues cuenta con una plataforma donde el nivel del agua es muy bajo, lo que da la opción de refrescarse, sin llegar a la parte profunda; además de que todos los visitantes llevan chaleco salvavidas.
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¿Por qué hay un Museo del Tequila?
En 1997, en plena crisis económica y financiera en México, Don Ramiro decidió, junto con su familia, emprender un proyecto que desafiara las adversidades y dejara huella en el mundo del tequila.
Así nació la aventura de Destiladora los Magos y Casa Calera, con la meta de elaborar el mejor tequila del país. Mientras muchos se sentían desanimados, ellos apostaron por la calidad, la pasión y la tradición, logrando convertir su marca en un referente de la industria.

Su esfuerzo permitió destilar en cada gota el auténtico sabor de México y llevarlo a destinos como Cabo, Puerto Vallarta, la Riviera Maya, Estados Unidos y España.
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