Mujeres indígenas defensoras del medio ambiente: voces que protegen Yucatán
En la Península de Yucatán existe voces de mujeres que se alzan en defensa de la biodiversidad de la región

Cada 5 de septiembre se conmemora el Día Internacional de la Mujer Indígena, una fecha que reconoce el liderazgo y la fuerza de quienes, desde sus comunidades, protegen la biodiversidad, defienden sus territorios y luchan por los derechos humanos de sus pueblos.
En la península de Yucatán, y en toda Latinoamérica, son muchas las mujeres que se han convertido en símbolos de resistencia frente a la discriminación, la violencia y las amenazas de megaproyectos que ponen en riesgo la vida comunitaria y el medio ambiente.

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¿Por qué se conmemora el Día Internacional de la Mujer Indígena?
El 5 de septiembre no solo es una fecha de homenaje, sino también un llamado a visibilizar la labor de las mujeres indígenas como guardianas de la biodiversidad y defensoras de los derechos humanos. Su participación es clave en la toma de decisiones para garantizar una sociedad más justa, incluyente y sostenible.
Este día también busca combatir la discriminación y violencia estructural que enfrentan, además de exigir respeto a sus saberes ancestrales y reconocimiento a su rol en la defensa de los territorios. En México, particularmente en Yucatán y Quintana Roo, muchas de estas mujeres han sido piezas fundamentales para frenar megaproyectos que afectan a la naturaleza y a las comunidades mayas.

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¿Qué hacen las mujeres indígenas para cuidar el medio ambiente?
Las mujeres indígenas no solo conservan tradiciones, sino que también mantienen un profundo vínculo con la tierra y los recursos naturales. A través de prácticas sostenibles, el uso de plantas medicinales y la transmisión de conocimientos, han creado redes comunitarias de resistencia.
En la Península de Yucatán destacan nombres como el de Wilma Esquivel Pat, mujer maya originaria de Quintana Roo, cuya lucha se centra en visibilizar las violencias y despojos que enfrentan los pueblos originarios. Su trabajo con mujeres sanadoras fortalece la recuperación de saberes ancestrales y la organización comunitaria frente a los megaproyectos que amenazan a la selva maya.
Este tipo de activismo no solo defiende a la naturaleza, sino que protege también la vida comunitaria, los derechos de las mujeres y el equilibrio cultural de la región.
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¿Quiénes son algunas de las mujeres indígenas que inspiran la lucha ambiental?
En el marco del Día Internacional de la Mujer Indígena, organizaciones como Greenpeace reconocen a figuras que se han convertido en referentes internacionales en la defensa del medio ambiente:
- Leydy Pech: conocida como la “Guardiana de las Abejas”, es una apicultora maya de Hopelchén, Campeche. Su lucha se centra en la protección de la abeja melipona (Melipona Beecheii), especie sagrada en la cultura maya. Su activismo logró detener la siembra de soya transgénica de Monsanto (Bayer), responsable de deforestación, contaminación del agua y mortandad de abejas. En 2020 recibió el Premio Goldman, considerado el “Nobel ambiental”.
- Berta Cáceres: líder indígena lenca de Honduras, feminista y activista ambiental. Cofundó el Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras y encabezó luchas contra proyectos hidroeléctricos y extractivos. Fue reconocida con el Premio Goldman en 2015, aunque su vida fue arrebatada en 2016 por su activismo. Su legado sigue vivo en la lucha por la justicia ambiental en toda Latinoamérica.
- Wilma Esquivel Pat: figura clave en Quintana Roo, donde su voz ha resonado en defensa de la selva maya, de las comunidades y de los derechos de las mujeres indígenas. Su labor combina la lucha social con la preservación de saberes ancestrales, convirtiéndola en un referente del activismo comunitario en Yucatán y la península.
El Día Internacional de la Mujer Indígena es una oportunidad para reconocer a estas defensoras y exigir que sus voces sean escuchadas. Proteger la selva maya y los territorios indígenas no es solo un acto de justicia ambiental, sino también de respeto a los derechos humanos y a la diversidad cultural que caracteriza a Yucatán y toda Latinoamérica.
Con información de Greenpeace