Comando Colibrí: un espacio de mujeres en CDMX para defenderse de la violencia de género
Mujeres y cuerpos feminizados aprenden a defenderse física, emocional y digitalmente contra la violencia machista.

En una ciudad donde la violencia de género sigue siendo una amenaza latente, hay una respuesta colectiva y transformadora: Comando Colibrí, una organización de autodefensa feminista en Ciudad de México que, desde hace 13 años, capacita a mujeres cis y trans para prevenir la violencia, responder ante ataques y sanar las heridas emocionales.
Comando Colibrí es una organización enfocada en la prevención, la acción y la sanación ante las distintas violencias que enfrentan mujeres y otros cuerpos feminizados”,
Guie Ballesteros - Cocoordinadora de Comunicación, Comando Colibrí
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En sus sesiones no sólo se entrenan golpes, sino que también se trabaja la fortaleza mental, la confianza en sí mismas y la construcción de protocolos de seguridad. En este 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, su enfoque cobra una relevancia urgente.
“Comando Colibrí existe porque vivimos en un país con una de las tasas más altas de feminicidios”, dice Guie, integrante de Comando Colibrí. Esta afirmación se apoya en datos: de 2019 a septiembre de 2024, la Ciudad de México ha registrado 416 feminicidios, según el Atlas de Feminicidios de la Fiscalía capitalina.
Aunque las autoridades reportan una caída en algunos indicadores, las cifras siguen siendo alarmantes. Entre 2020 y 2023, según la Secretaría de las Mujeres de la CDMX, la incidencia de feminicidio habría disminuido un 34 %, pero otras formas de violencia como la emocional, económica o digital continúan siendo parte de la vida diaria de muchas mujeres.
Además, de enero a diciembre de 2024, la capital registró un aumento del 11 % en casos de feminicidio frente al año anterior.
¿Qué aprendes en Comando Colibrí?
Cuando las mujeres llegan a Comando Colibrí, muchas descubren que su cuerpo ya es suficiente.
Lo primero que aprende una mujer cuando llega a entrenar a Comando Colibrí es a reconocer la fuerza que tiene que su cuerpo no necesita cambiar ya es suficiente”
Luz León - Coordinadora del Programa de Autodefensa Física, Comando Colibrí.
Bajo su guía, las participantes entrenan resistencia y técnicas, pero también aprenden a reconocer herramientas que han existido desde antaño, “identificamos herramientas que nuestras abuelas, madres o amigas ya tenían, y las reapropiamos”, señala Luz.
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Este camino no solo transforma la relación con el cuerpo, sino con la vida misma. Según Luz, muchas dejan de moverse desde el miedo para caminar con confianza: “sé que puedo responder”. Además, el entrenamiento, a diferencia de otros espacios de artes marciales, se vuelve un espacio de alegría y de juego, un respiro en medio de la violencia estructural, donde se cultiva la diversión como parte del aprendizaje.
Además, Comando Colibrí es la puerta de entrada para que más mujeres hagan deportes de contacto.
Muchas veces las mujeres no estamos en estos espacios que tradicionalmente ocupan otros tipos de cuerpos, como los hombres cis, pero aquí llegan mujeres que nunca imaginaron entrenar deportes de contacto”
Guie Ballesteros - Cocoordinadora de Comunicación, Comando Colibrí
Aunque no hay datos exactos sobre cuántas mujeres entrenan artes marciales para defensa, el INEGI reportó que en 2024 solo 36.8 % de las mujeres adultas en zonas urbanas practican actividad físico-deportiva en su tiempo libre, frente al 46 % de los hombres.
¿Qué es la autodefensa feminista y por qué no es sólo física?
Para Ana Carvajal, co-coordinadora de autodefensa emocional y de acompañamiento, la autodefensa tiene que ser integral.
La autodefensa feminista es integral, lo emocional, lo mental si no crees que mereces defenderte, aunque seas muy capaz, no vas a hacerlo”
Ana Carvajal - Co-coordinadora de autodefensa emocional y de acompañamiento Comando Colibrí
Por eso, en Comando Colibrí se trabaja la mente, las emociones y la narrativa interna que muchas mujeres arrastran desde niñas como que son débiles, delicadas incluso incapaces. De acuerdo con Carvajal, ese trabajo interno ayuda a construir autoconfianza, a desaprender la vulnerabilidad impuesta y a crear nuevas formas de vivir y relacionarse.
La respuesta de Comando no solo es ante la violencia física, sino psicológica, digital, emocional. Y es que a nivel nacional, según el INEGI reveló que en 2021 el 70.1% de las mujeres de 15 años y más ha experimentado al menos una situación de violencia (psicológica, física, sexual, económica, patrimonial o discriminación).
La autodefensa feminista es un acto político
Para las integrantes de Comando Colibrí aprender a defenderse no es solo una herramienta individual, sino un acto colectivo y transformador. En este 25N, su trabajo se vuelve un símbolo poderoso: defenderse no es solo sobrevivir, es vivir con dignidad y en comunidad.
Ana Carvajal invita a reflexionar sobre las experiencias diversas, incluidas aquellas mujeres que a menudo no están visibilizadas: “pensar en quienes no vemos… para construir herramientas desde ahí”. Reafirma que la autodefensa no solo empodera, sino que también es un llamado a la acción conjunta, un pacto de cuidado y resistencia.
Puedes conocer y contactar a Comando colibrí en su sitio web: comandocolibri.red
Y buscar detalles y talleres en sus redes sociales: https://linktr.ee/comandocolibri?utm_source=linktree_profile_share<sid=1459ad80-8141-4c31-a341-47965c3a21cb
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